Bolivia
Pobladores
de
El Alto iniciaron huelga contra transnacional |
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La población de la
ciudad boliviana de El Alto inició ayer una huelga para
lograr la expulsión de la transnacional francesa Suez
Lyonnaise des Eaux, que presta el servicio de agua potable,
en un clima cargado de tensión por la amenaza de medidas
similares en otros distritos del país.
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EFE |
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La Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE) de El Alto,
la cuarta ciudad en número de habitantes y una de las más
pobres del país, acusa a la compañía Aguas del Illimani,
controlada por la francesa, de subir permanentemente las
tarifas de agua y de incumplimiento al contrato que firmó en
1997.
La protesta se inició a pesar de que las autoridades
aceptaron revisar el contrato con la empresa cuestionada y
le exigieron públicamente que amplíe su cobertura de
servicios a zonas que hasta hoy no han recibido agua y
alcantarillado sanitario.
El líder de la FEJUVE, Abel Mamani, declaró que,
además de ausentarse de las actividades habituales, los
vecinos bloquean las principales vías de la ciudad y los
accesos a las carreteras que conectan la región con el resto
del territorio nacional.
Los alteños también obstruyeron el camino hacia el
aeropuerto internacional, pero los pasajeros, con sus
maletas a rastras, han podido ingresar y salir a pie de esa
instalación, donde las operaciones fueron normales.
El ministro de Gobierno (Interior), Saúl Lara, se
trasladó por la mañana hasta la denominada "Ceja" de El
Alto, en el límite con La Paz, para invitar a los líderes de
la movilización a restablecer las negociaciones
interrumpidas el viernes pasado.
En ese lugar, medio millar de policías se apostó para
impedir el paso de una columna de manifestantes que
pretendía trasladarse a La Paz, la sede del gobierno, ante
el temor de que se produzcan excesos.
Mamani negó la existencia de una invitación para
reanudar las conversaciones y adelantó que, por esa razón,
la suspensión de las actividades se mantendrá "hasta que el
gobierno tome de una buena vez una posición seria" y les
haga llegar "una respuesta clara y concreta" a los
planteamientos.
Según el dirigente vecinal, la huelga "se mantendrá el
tiempo que sea necesario hasta que Aguas del Illimani se
vaya" del país.
La medida de protesta cuenta con el respaldo de la
Central Obrera Boliviana.
En la marcha de los vecinos alteños también
participaron algunos grupos de la Federación Sindical de
Trabajadores Mineros, Agrupación de Desocupados y del
Movimiento Sin Tierra.
El objetivo de los alteños tiene un antecedente en el
2000, cuando otra transnacional del sector, Aguas del Tunari,
fue forzada a dejar un proyecto por la convulsión social
desatada en la ciudad de Cochabamba y que pasó a la historia
como la "guerra del agua".
La tensión en el país también provino del departamento
de Santa Cruz, ubicado en el este tropical boliviano, donde
el Comité Pro Santa Cruz ratificó su decisión de paralizar
ese distrito por 48 horas, hoy y mañana miércoles, para
rechazar el alza del precio de los carburantes.
Las protestas fueron calificadas por el presidente,
Carlos Mesa, como actitudes políticas que intentan
desestabilizar su gestión, la que advirtió con finalizar si
se registra alguna víctima fatal provocada por los
manifestantes.
En un mensaje a la nación, el domingo pasado, el
mandatario volvió a justificar el aumento de los
combustibles y sostuvo que los que promueven las huelgas son
grupos minoritarios que "están lejos de simplemente discutir
los precios".
El titular de la Dirección de Prevención de
Conflictos, Gregorio Lanza, apuntó al ex presidente Gonzalo
Sánchez de Lozada de estar detrás de las protestas, en
particular de la huelga convocada por el Comité Pro Santa
Cruz, donde dijo que se esconden "grupos que no quiere
perder privilegios" de antes.
Por Juan Carlos Zambrana
EFE
11 de enero de 2005
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