México
Tratado perjudica condiciones
laborales |
La Federación Internacional
de Derechos Humanos (FIDH) hizo público el informe de una
misión de encuesta internacional sobre las repercusiones del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o
NAFTA, por sus siglas en inglés) en los derechos humanos.
La conclusión es que el
TLCAN ha causado un negativo impacto en las condiciones
laborales y en la industria nacional de México. "La
capacidad de producción de manufactura nacional se ha
desmantelado y la industria agrícola se ha
destruido", afirma el
documento.
Según la agencia Servindi la misión de encuesta realizada en
México entre el 22 y el 31 de agosto del 2005 fijó una
atención particular a los efectos del TLCAN sobre el empleo
y las condiciones de trabajo en el norte del país, en
particular en las maquilas y en la economía informal,
después de una década de entrada en vigor. Presentado como
el impulsor del crecimiento económico y del desarrollo el
TLCAN ha causado un considerable impacto en los niveles
económicos de integración de México en América del Norte,
haciendo posible que el país se convierta en el segundo
socio comercial de Estados Unidos.
Sin embargo, a consecuencia de la apertura de las fronteras
la capacidad de producción de manufactura nacional se ha
desmantelado y la industria agrícola se ha destruido.
Por estos cambios estructurales la economía nacional se
está transformando en una economía de consumo, muy
dependiente de las empresas estadounidenses.
El Tratado benefició sobre todo a
las maquilas, para las cuales fueron invertidos muchos
capitales estadounidenses y canadienses después de la
entrada en vigor del TLCAN, lo que favoreció su auge.
Los principales beneficiarios del Tratado son las
grandes empresas transnacionales mientras que los efectos
sobre el empleo y los salarios fueron muy desfavorables a
los trabajadores mexicanos. La principal
ventaja competitiva de México en el marco del TLCAN está en
el mantenimiento de salarios bajos y las condiciones
precarias de trabajo, así como en el control de los
sindicatos.
El informe evidencia que la destrucción de la
actividad agrícola alentó las familias a instalarse en las
zonas urbanas, en condiciones de pobreza extrema.
Las primeras víctimas son las mujeres y los niños, a menudo
menores de 16 años, contratados por empresas transnacionales
para trabajar en las maquilas con condiciones agotadoras,
para salarios extremamente bajos.
El informe examina en particular la situación en Ciudad
Juárez, ciudad-fronteriza en el norte de México, donde
violaciones recurrentes de los derechos de los trabajadores
y las trabajadoras fueron certificadas por los encargados de
la misión de la FIDH. La sistemática transgresión de los
derechos de asociación, por causa de la estructura propia
del sindicalismo en México, se encuentra en el centro del
problema de las violaciones de los derechos fundamentales en
el trabajo.
Aunque existe un movimiento naciente de sindicalismo
independiente, los sindicatos oficiales o los sindicatos
blancos (sindicatos creados en su totalidad por las empresas
pero inexistentes en los hechos) ejercen un monopolio
sindical en la mayoría de las empresas. Las actividades de
los sindicatos oficiales son influenciadas de manera
importante por los políticos locales, cuyo objetivo es
captar nuevos inversores, en detrimento de los derechos de
los trabajadores. Por su parte, los sindicatos blancos
permiten a la empresa fingir el respeto de los estándardes
internacionales, pero de hecho son inexistentes y no tienen
ninguna responsabilidad. Además, la violenta represión de
los derechos de los trabajadores por sus propios
representantes sindicales es moneda corriente.
La FIDH recomienda a las autoridades mexicanas que reformen
el derecho laboral pero con el fin de asegurar la protección
de los trabajadores y, sobre todo, aumentar el monto de los
sueldos hasta un nivel que permita a los trabajadores
satisfacer sus necesidades, promover un mecanismo eficaz e
independiente para la protección y la aplicación del derecho
laboral, y asegurar la independencia, la representatividad y
la transparencia de los sindicatos.
Tomado de
www.adital.org.br
19 de mayo de 2006
Volver
a Portada
|