Con Beverly Keene*
“El ALCA es la
continuidad
de las políticas neoliberales” |
Beverly Keene es una
economista norteamericana que vive en la Argentina desde
hace veinte años. Integrante del SERPAJ (Servicio de Paz y
Justicia), coordina la ONG Diálogo 2000 / Jubileo Sur en
Buenos Aires. Integra el Concejo Internacional del Foro
Social Mundial, el Comité de Coordinación de la Campaña
Continental contra el ALCA y el Comité impulsor de la
Campaña por la desmilitarización de las Américas. Con ella
Desafíos Urbanos abordó el proceso de construcción del ALCA,
negociación e implicancias para el continente
latinoamericano.
-El ALCA se presenta como un tratado comercial. ¿Podemos
pensar que tiene solo fines económicos o tiene otros fines
encubiertos?
Un
nuevo actor en el juego de las decisiones
El telón de fondo de las negociaciones con respecto al
ALCA es más que claro: la mayoría de los países de
América Latina y el Caribe están negociando sus deudas
externas y con acreedores privados. Frente a las
dificultades de llegar a un acuerdo con el FMI, EE.UU
acudió a nuestro país mostrando su poderío. "Si Estados
Unidos esta apoyando a la Argentina para lograr un
acuerdo con el FMI, Argentina no puede hacer menos que
responder a su ‘amigo’ dándole la oportunidad de crear
el ALCA", satiriza Beverly. Las demostraciones del poder
hegemónico de Estados Unidos se manifiestan "de una
manera muy burda". El endeudamiento, según Keene,
tampoco es ajeno a "las pretensiones y búsqueda de una
mayor inserción militar de los Estados Unidos en esta
parte del continente".
Pero lo cierto es que las voces se hacen escuchar. La
Autoconvocatoria se ha convertido en un actor de
importancia en el escenario de la negociación, "y es un
factor de la toma de decisiones, aunque también hay
otros factores de presión, pero sin duda hay una
presencia pública del ALCA". A través de la consulta
popular de noviembre, para Beverly, queda demostrada la
militancia potencial del país. Hasta el 2001 las
negociaciones del ALCA ocurrían en el más absoluto
silencio. Haber logrado su puesta en discusión no es
poco mérito. "Es una señal muy fuerte para el gobierno
–dice la economista–. Aquí hay una fuerza, un poder de
militancia que forma parte de la realidad del país que
tiene que ser tomada en cuenta". (C.L.)
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-En este momento la pregunta tiene una respuesta similar a
unos años atrás y a su vez diferente. Como nos acaban de
recordar esta semana (8-12 de marzo), en esta reunión
informal en Buenos Aires por parte de los gobiernos, el ALCA
es todavía algo que no existe, que se esta negociando.
Muchas cosas que puede llegar a ser, todavía no sabemos si
serán. Incluso si el ALCA va a crearse. Pero en ese proceso
de negociaciones, de resistencias, lo que podemos decir es
que el ALCA es un acuerdo que busca institucionalizar lo que
han sido las consecuencias y la continuidad de las políticas
neoliberales. Más allá de la letra chica, forma parte de una
iniciativa de los Estados Unidos, también de la Unión
Europea y otros países, para seguir avanzando con la
reducción del Estado, la desregulación de la economía, la
supresión de las soberanías, y el realce de una noción
bastante peculiar de libertad con un reordenamiento del
régimen jurídico existente. Y en ese proceso de
reordenamiento la soberanía del Estado, su potestad, queda o
quedaría supeditado a los derechos y los intereses de las
empresas transnacionales que son los actores privilegiados
del reordenamiento que se busca. Si hablamos de crear el
ALCA, un Área de Libre Comercio de América, sí, se trata
mucho más que comercio y se trata de un comercio que bajo
ningún punto de vista es libre porque se trata de
inversiones, de compras gubernamentales, de propiedad
intelectual, de la calidad de la educación, de la salud, de
la vivienda. Se trata de las posibilidades del Estado de
gestionar políticas económicas, sociales. Cercena los
derechos y las posibilidades de la población de participar
en la gestión y el control de las acciones del Estado.
Porque si el propio Estado pierde soberanía, fuerza e
identidad, y esa fuerza pasa a la acción de las empresas
transnacionales, frente a estas empresas, nosotros como
pueblo, como personas, no tenemos una relación orgánica,
como lo hay entre nosotros y el Estado.
-En un primer momento se hablaba
de un ALCA duro, ahora se está hablando de un ALCA mas "light".Me
gustaría que me explicara cómo incidiría esto en el curso de
las negociaciones, y a su vez, como piensa que se están
manejando las negociaciones por parte de los gobiernos de
Argentina y de Brasil.
-En el Comité de Negociaciones Comerciales, en San Salvador
en junio–julio del año pasado, a partir del cambio de
gobierno con el MERCOSUR se llegó a una propuesta distinta,
una nueva manera de encarar las negociaciones y de plantear
objetivos. Es una propuesta que se insertó en un proceso de
negociaciones que ya estaba bastante dificultoso, no se
encontraba un ritmo de avance tal cual se había propuesto
Estados Unidos, y con esta propuesta se encontró aun mas
difícil el camino del consenso. Eso siguió así, viendo los
gobiernos como reaccionar a esa propuesta, hasta la reunión
de la OMC (Organización Mundial de Comercio) en Cancún en
septiembre (2003). Esa reunión terminó con lo que para
muchos fue un fracaso, pero otros entendemos como un éxito
para la resistencia de los pueblos. Cuando se termina la
reunión de negociaciones, el intento de una nueva ronda de
reuniones en la OMC que no pudo darse, tuvo un impacto muy
fuerte en las negociaciones porque Estados Unidos se dio
cuenta de que iba a ser difícil avanzar. Se hizo una nueva
reunión del Comité de Negociaciones en Trinidad Tobago
después de un mes de la reunión de Cancún. El objetivo era
cerrar un borrador para llevar a la reunión de ministros en
Miami a fines de noviembre. Eso fue imposible. EE.UU. fue a
la reunión con un borrador completo donde estipulaba avances
en los nueve grupos de negociaciones y sobre eso no se pudo
llegar a ningún consenso. En noviembre Estados Unidos invitó
a gobiernos, entre ellos Argentina, a una reunión en las
afueras de Washington (EE.UU.) con el objetivo de lograr un
consenso. Es lo que llegó a Miami y se conoce como ALCA
light.
-¿Y en que consiste esta nueva propuesta? ¿Que
diferencias marca con la anterior?
- Fue reconocer que el tema que tiene mayor interés para los
gobiernos de América Latina es acceder al mercado de Estados
Unidos en materia agrícola. A Estados Unidos y en segundo
lugar Canadá lo que les interesa es que los Estados de
América Latina y el Caribe, sobre todo Brasil y Argentina,
se abran en servicios, compras gubernamentales, inversiones.
Lo que Estados Unidos venía planteando es que el tema de
subsidios para la producción agrícola no es discusión del
ALCA sino de la OMC. Por la forma proteccionista de Estados
Unidos, para América Latina y el Caribe no significa incluir
en las negociaciones los temas que eran más importantes y
que tenían mayor incidencia en la posibilidad de acceso al
mercado norteamericano. La respuesta fue: "si Estados Unidos
va a insistir que se discuta en la OMC las cosas que a
nosotros nos interesan, vamos a pedir que las cosas que les
interesan a ellos se discutan en la OMC". Sobre esto se
llega a la versión de un ALCA light que tiene un piso que es
una serie de compromisos de un común denominador. Sobre esa
base de acuerdos comunes se abriría la posibilidad de un
segundo piso de acuerdos bilaterales que podría avanzar en
la medida que a los países individualmente les interese. Eso
es en pocas palabras el acuerdo que llegó en Miami y la base
sobre la que se suponía que en febrero iban a encontrarse
viceministros para dar instrucciones a los negociantes.
Norte también
existe
En noviembre de 2003 Beverly Keene y Adolfo Pérez
Esquivel dialogaron con congresistas de los EE.UU. sobre
la posición con respecto al ALCA desde las realidades
económicas, sociales, políticas y culturales de
Latinoamérica y el Caribe. Estos son algunos de los ejes
centrales planteados por Beverly:
* Existe una oposición dentro de los sectores
trabajadores estadounidenses ya que el ALCA implicaría
una reducción salarial. Con el desrregulamiento de las
fronteras muchos trabajos pueden tercerizarse a otros
países.
* La destrucción del trabajo en EE.UU. "no se traduce en
un aumento de calidad de vida de América Latina y el
Caribe, tanto en un lugar como en el otro se traduce en
menor participación de los sectores trabajadores y en
una mayor acumulación de riquezas en un sector
empresarial minoritario".
* "En la medida de que se puede avanzar en la
comprensión de este tipo de políticas es un avance de la
comprensión de la economía mundial".
* "El tema de los acuerdos de libre comercio va tomando
fuerza como eje importante de la campaña electoral de
Estados Unidos. Eso quiere decir que habrá debate y
cierta toma de decisiones. Poder transmitir a los
congresistas cual es la lectura que hacemos desde
nuestra realidad va a ayudar a reforzar esa oposición".
(C.L.) |
Muchos de nosotros interpretamos que era importante
reconocer que las pretensiones iniciales de Estados Unidos
no se pudieron concretar, pero por otro lado abre una nueva
etapa de negociaciones aún mas peligrosa que la anterior,
porque la política de "divide y reinarás" es la política que
ya se legitimaba desde el vamos. Desde entonces hemos tenido
una primera reunión del Comité de Negociaciones Comerciales,
que tuvo lugar en febrero en Puebla. Su objetivo era poder
dar instrucciones a los grupos de negociación para poder
avanzar en lo técnico. Esa reunión terminó sin un acuerdo,
con la exigencia cada vez mayor de que el tema de discutir
sus políticas de subsidios y protección a productores
agrícolas no se podía tocar. Frente a ese fracaso se acuerda
volver a Puebla la primer semana de marzo. Esa reunión se
suspendió y se realiza esta reunión informal en Buenos
Aires, pero lo curioso es que Estados Unidos no trae ninguna
propuesta nueva. Esta reunión llegó a mitad de tiempo y se
suspendió. La reunión formal del Comité de Negociación se
postergó para fines de abril y se acordó hacer una nueva
reunión en Argentina a fines de marzo. En esto, Argentina –
MERCOSUR – Brasil, esta combinación, va tomando importancia
vital en el curso de las negociaciones. El nudo de la
disputa es entre Estados Unidos y el MERCOSUR, por no decir
entre Estados Unidos y Brasil con el MERCOSUR como marco de
alianza estratégica. Tiene que ver con dos cosas. Si el
interés de Estados Unidos es el rubro de servicios,
inversiones y compras gubernamentales, no quiere decir que
Estados Unidos no tiene su mira puesta en posibilidades
nuevas, porque lo tiene. Pero por el proceso de los años 90
en nuestro país, la aplicación sistemática del dogma
neoliberal (el desguace del Estado, privatizaciones, avances
de protección a las inversiones), muchas de las cláusulas
que se buscan implementar con el ALCA ya están en tratados
bilaterales. Pero Brasil, como el mismo canciller Bielsa nos
explicó a una delegación de la Autoconvocatoria No al ALCA
cuando fuimos a visitarlo en setiembre, tiene una política
de protección de sus intereses nacionales y por eso tiene
mucho más para ofertar. Las negociaciones entran en una
etapa de peligro, toda la presión de Estados Unidos está
enfocada a aislar a Brasil y al MERCOSUR y lograr que el
MERCOSUR termine cediendo en servicios, inversiones, o por
lo menos en el interés de que Estados Unidos de concesiones
con respecto a la protección de su mercadería. EE.UU. avanza
rodeando con tratados bilaterales (Chile, Perú y Bolivia).
Lo que nos preocupa es que la presión de Estados Unidos se
enfoca sobre Argentina porque si logra despegar la alianza
incipiente entre Argentina y Brasil las defensas de Brasil
van a ser difíciles. Argentina tiene mucho para perder y
Brasil también. Por eso hay que exigir que se retiren de las
negociaciones, que se refuerce la alianza entre Brasil y
Argentina y el MERCOSUR. Esta es la única posibilidad de
hacer frente a las pretensiones de Estados Unidos y pensar
un modelo de integración distinto.
-Me parece que hay dos lecturas del ALCA. Una es la
económica que prima a la hora de las negociaciones, pero hay
otra lectura desde los movimientos sociales, que además de
económica es ideológica, hace al ALCA como una herramienta
para seguir sosteniendo el sistema neoliberal, la deuda
externa, la militarización. ¿Esto puede ser planteado a
nivel de discusión del Estado, dentro de las negociaciones?
-Esa es la gran pregunta. En las conversaciones que hemos
tenido con el gobierno, con el canciller y con el jefe del
equipo de negociadores del Estado argentino, cuando uno
pregunta, el objetivo es maximizar el acceso para las
exportaciones argentinas en el mercado estadounidense y en
segundo lugar en el resto de América Latina y el Caribe.
Desde la Autoconvocatoria no descartamos que un aumento de
las exportaciones de los productos argentinos pueda ser
beneficioso, que pueda haber relaciones comerciales
productivas, pero decimos que el interés principal que
nosotros ponemos tiene que ver con las condiciones de vida y
con el cumplimiento de los derechos económicos, sociales y
culturales, con el respeto a la soberanía, a la identidad,
la cultura del pueblo. Tiene que ver con una serie de
realidades que en estos momentos no figuran en la mesa de
negociaciones. Como sociedad nos debemos un debate sobre el
significado del libre comercio, ¿es positivo?, ¿qué
significa para el bienestar de la mayoría de los ciudadanos
argentinos la búsqueda exacerbada de la ganancia a través de
las exportaciones? Ni hablar de lo que es la distribución de
las riquezas y su concentración. ¿Nos debe interesar como
nación aumentar las exportaciones? sí, tal vez. Pero ¿que
hay detrás de eso? Si va a ser un aumento de las
exportaciones a costa de profundizar la desnacionalización
de la economía en cada vez menos manos, ¿nos interesa eso?
Nosotros, como sociedad, decimos a primera vista "no", pero
si nos pueden explicar como esas políticas van a redundar en
mayor calidad de vida para las mayorías de América Latina y
el Caribe entonces estamos dispuestos a debatirlo.
Carola Loiácono
Revista "Desafíos Urbanos"
CECOPAL
13 de mayo de 2004
*
Beverly Keene integrante del Serpaj y de Diálogo 2000
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