Y al fin Argentina canceló con un solo pago su deuda con el FMI, en el momento en que ese organismo de crédito internacional recibió ayer al mediodía 9.574 millones de dólares remitidos por el Banco Central argentino.

La medida fue fuertemente festejada por el kirchnerismo incluso con lanzamiento de globos en algunos lugares y acaso mereció una copa de champaña en más de un ministerio o en la provincia de Santa Cruz, donde el presidente Néstor Kirchner y señora pasan días de descanso.

Pero en la izquierda de viejo cuño e incluso en varios partidos políticos, los de derecha particularmente y en el ARI de Elisa Carrió, con diversos argumentos la decisión fue rechazada. En un editorial de la víspera el influyente New York Times escribió en su portada que esa acción es uno de los "varios signos recientes que muestran a Kirchner concentrando más poder en sus propias manos y girando su gobierno hacia la izquierda".

Vayamos por partes. La cifra exacta del pago se supo recién ayer porque la deuda con el Fondo se mide en Derechos Especiales de Giro (DEG), una unidad de cuenta del FMI que se elabora en base a una canasta de monedas que incluye libras esterlinas, dólares, yenes y euros.

La Argentina le debía al Fondo 6.656 millones de DEG. Su equivalente según las cotizaciones de esta jornada fue de algo más de los 9.500 millones de dólares previstos hace unos días. El DEG finalizó ayer con una cotización de 1.43258 dólares, bastante por encima de la última cotización.

¿Especulación?

Parte de las reservas que se usaron para cancelar la deuda estaban en Suiza, depositadas en el Banco de Internacional de Pagos (BIS). Allí fueron enviadas todas las órdenes para que el banco le gire el FMI la plata para cancelar la deuda, con las instrucciones que enviaron desde el Fondo. Estas indicaban que la Argentina debía girarle la plata en tres monedas distintas: libras esterlinas, yenes japoneses y euros. Nada de dólares como se ve.

Lo que se envió ayer desde Basilea era el equivalente a 3.856 millones de DEG, porque en la Reserva Federal de Estados Unidos, en Washington, el Gobierno argentino tiene depositados 2.800 millones de DEG para pagar el resto.

Punto final, pero no definitivo

Argentina continúa siendo miembro del FMI y como tal, una vez al año, esa entidad monitorea la marcha de la economía y da a conocer un informe. ¿Qué es lo nuevo? Que ya no puede, el Fondo, requerir medidas sobre política económica para renegociar las deudas. Esto es lo que festeja el oficialismo, con el respaldo de un sector de la Unión Cívica Radical y del Partido Socialista. En el universo peronista, el menemismo se opuso a la decisión de Kirchner.

Una opinión importante

Regresemos al New York Times y su visión sobre Argentina. Valora positivamente la recuperación económica después del caos de 2001 y subraya la alta popularidad que goza el Presidente, que atribuye a tres años consecutivos en los que la economía creció a un promedio de alrededor del 9%.

Sobre la cancelación de la deuda con el FMI, señala que Argentina seguirá debiendo decenas de miles de millones de dólares a acreedores privados y añade que aunque el país "pagará a Venezuela tasas de interés de más del doble que el 4% que le estaba pagando al Fondo" el gesto "ha impulsado la imagen política de Kirchner". Es que Caracas adquirirá Bonos por 2.400 millones de dólares. El resto del dinero proviene del excedente fiscal, ahorros en divisas y partes de las reservas del Banco Central que no dañan la base monetaria actual.

Obviamente el editorialista no pudo dejar de recordar las persistentes declaraciones críticas de Kirchner al Fondo por formular a los gobierno argentinos permanentemente demandas contradictorias con el crecimiento económico e indica que la postura manifestada por el mandatario es popular "porque muchos argentinos creen que el FMI es responsable de las políticas que llevaron a la crisis de 2001 y luego dejó al país que se recuperará por sí mismo".

Buscando pelos en la leche

Al diario norteamericano le disgusta la política que sobre precios aplica el gobierno buscando hacer bajar la inflación que el año que pasó superó algo el 12%, una cifra que preocupa. También menciona que "crecen las quejas de presión oficial sobre los medios de prensa". A propósito, a los diarios, en general y a organizaciones profesionales con el Foro del Periodismo Argentino (Fopea) cayó muy mal que no se le renovara el contrato en radio Nacional (estatal) al periodista Pepe Eliaschev. Se lo considera como una violación a la libertad de prensa. Eliaschev es un periodista crítico.

También TNT se refiere al polémico proyecto para reformar el Consejo de la Magistratura que impulsó el oficialismo y que "grupos de derechos humanos y partidos opositores aseguran que busca darle a Kirchner mayor control sobre las nominaciones judiciales".

Va de suyo que al matutino neoyorquino le llama la atención el rumbo de la política externa. Dice: "También ha habido un cambio notable en las actitudes de política internacional.

Las relaciones con EEUU en los 90 eran tan cercanas que el entonces presidente Carlos Menem las llamó "carnales". Pero Kirchner se ha movido en la dirección contraria, buscando el abrazo del líder venezolano Hugo Chávez.

Del canciller Jorge Taiana escribe que "tiene reputación de ser un nacionalista más proclive a fortalecer los lazos con el resto de América Latina que con Estados Unidos y Europa". Es verdad.

Isidoro Gilbert

La República

4 de enero de 2006

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