El 24 de
marzo el pueblo marchará por la Vida,
la
Memoria y el reclamo por la Verdad y Justicia
de ayer y
de hoy
A 30 años del inicio de la más sangrienta dictadura militar
desatada contra el pueblo argentino por las
fuerzas armadas y sus cómplices, es necesario
hacer memoria, reflexionar sobre sus
consecuencias, vigentes hasta el día de hoy, y
sobre los desafíos de construir una sociedad
justa y solidaria basada en los derechos de la
persona y del pueblo.
Es necesario que en cada lugar: escuelas, universidades,
fábricas, hogares y espacios donde nos
encontremos, a pesar del feriado nacional,
podamos debatir y analizar los acontecimientos
vividos y la situación actual del país, que nos
afecta a todos.
Que el 24 de marzo se transforme en una jornada nacional, que
nos ayude a preservar la memoria, para saber por
qué se implantó el terrorismo de Estado en la
Argentina y en todo el continente
latinoamericano; que podamos reflexionar sobre
el país que tenemos y el que queremos, que
podamos encontrar nuevos caminos y esperanzas en
la construcción de una verdadera democracia
participativa en la que impere el derecho y la
igualdad para todos y todas.
Cuando el día 24 de marzo, a 30 años del golpe militar, se
inicie la marcha a las 5 de la tarde, desde el
Congreso Nacional hacia la Plaza de Mayo, sería
importante que el pueblo en todo el país, en
cada provincia y lugar, se manifieste y haga
sonar campanas, bocinas, cacerolazos, palmas,
voces para decir, exclamar y gritar con toda la
fuerza: –¡Nunca mas!– ¡Memoria, verdad y
justicia! ¡No a la impunidad de ayer y de hoy!
¡30 mil desaparecidos: presentes, ahora y
siempre!
Que nunca más las atrocidades cometidas vuelvan a producirse
en la Argentina, y en ningún pueblo del mundo.
No podemos ignorar las fuertes presiones, los intentos de
dividir el movimiento popular, los intereses en
juego para capitalizar políticamente el 24 de
Marzo.
Queremos manifestarnos en libertad, sin imposiciones de
ningún tipo, sin manipulaciones de ningún
gobierno, grupo o sectores políticos. Queremos
manifestarnos democráticamente, en Paz, y hacer
oír el clamor del pueblo.
Es necesario saber que las decisiones que se toman son fruto
de la reflexión y la articulación de las
organizaciones populares que participan,
construyen y luchan por una sociedad justa y
fraterna. La convocatoria a la marcha en repudio
al golpe de estado, se está organizando en todo
el país, en cada provincia, con la participación
activa de organismos de derechos humanos,
sectores sociales, religiosos, políticos,
manifestándose y articulando a través de los
consensos y el respeto mutuo en la diversidad y
la unidad.
Se cumplen 30 años de lucha y resistencia contra el modelo
neoliberal, impuesto a través del terror por la
dictadura militar y sus aliados, dejando un alto
costo de pérdidas en vida humanas, de
desaparecidos, torturados, exiliados, marcando
profundas huellas de dolor que permanecen en la
vida del pueblo.
Las consecuencias del terrorismo de Estado perduran hasta
hoy. Han dejado un país saqueado y desintegrado,
una deuda externa inmoral e injusta generadora
de hambre, pobreza y marginalidad; sin embargo,
el gobierno continúa pagando la deuda externa a
costa del hambre y la miseria del pueblo. En la
democracia que vivimos continúan asignaturas
pendientes, y el pueblo debe estar alerta y
reclamar sus derechos para poner fin a las
injusticias, a la represión en las provincias,
transformadas en feudos medievales, donde los
gobernadores hacen lo que quieren y no lo que
deben, con total impunidad. Es necesario
denunciar el saqueo de los recursos del pueblo,
como la represión y expulsión de los indígenas y
campesinos de sus tierras, para venderlas y
extranjerizarlas. Reclamar por el cese de la
represión a los trabajadores petroleros en la
Patagonia y la represión a los chicos y chicas
en riesgo social, que son tratados como
delincuentes y no como víctimas sociales.
Es un largo camino a recorrer, para luchar contra la
impunidad de ayer y de hoy.
A 30 años la resistencia continúa. Quisieron silenciarnos y
no lo lograron, quisieron dominarnos y
resistimos en la esperanza, quisieron
destruirnos y renacimos en la resistencia.
Buscaron ocultar sus crímenes tras leyes de
impunidad, con la complicidad de gobiernos y
políticos. El pueblo los sacó de sus
madrigueras, exigiendo Verdad y Justicia,
luchando contra la impunidad de ayer y de hoy.
Su clamor es un grito de la libertad, memoria y
dignidad, reclamando por sus 30 mil
desaparecidos, ¡¡¡Presentes, ahora y siempre!!!.
La dictadura quiso matar la memoria y arrastrarnos al olvido.
No comprendieron que la semilla guarda su vida y
memoria, 30 años de resistencia no bastan, hay
que seguir andando.
La tierra fecunda la simiente de vida e historia, y su fruto
renace en cien por uno.
Recuerda que en cada semilla estás tu, yo, ella y él.
Todos y todas somos simiente de vida y resistencia, memoria
del pueblo en marcha, para construir un nuevo
amanecer.
Adolfo Pérez Esquivel
Buenos Aires, 20 de marzo del 2006
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