Alrededor de once millones y medio de personas, según fuentes
oficiales, se manifestaron a última hora de la tarde de ayer
en toda España para expresar su condena de los atentados de
Madrid y solidarizarse con las víctimas. Las marchas
cerraron una jornada de protestas que se había iniciado con
el seguimiento masivo de los paros convocados por la mañana
por los principales sindicatos.
En Madrid, 2.300.000 manifestantes colapsaron el recorrido
previsto entre la Plaza de Colón y la Glorieta de Atocha,
así como las zonas aledañas de Alcalá, Carrera de San
Jerónimo, Gran Vía, Goya y los bulevares hasta la Glorieta
de Bilbao. A pesar de la intensa lluvia y del frío, los
ciudadanos convirtieron la marcha en una gigantesca
concentración que no comenzó a disolverse hasta las diez y
media de la noche.
Entre gritos de “No estamos todos, faltan 200”, “El pueblo,
unido, jamás será vencido” y “Asesinos, asesinos”,
madrileños de adopción u origen mostraron su repulsa de los
atentados de Santa Eugenia, El Pozo y Atocha y su condena de
cualquier tipo de terrorismo. La marcha contó con la
presencia de los líderes de los principales sindicatos,
movimientos sociales y fuerzas políticas españolas y de una
nutrida representación de los cuerpos diplomáticos
latinoamericanos.
En la manifestación también participaron Romano Prodi,
presidente de la Comisión Europea; José Manuel Durao
Barroso, primer ministro portugués; Silvio Berlusconi,
presidente italiano; Jean-Pierre Raffarin, primer ministro
francés y los ministros de Asuntos Exteriores de Alemania,
Suecia y Marruecos, entre otros.
No a la
guerra, no al terrorismo
En Barcelona, millón y medio de personas abarrotaron el paseo
de Gracia en una marcha que terminó en la plaza de Cataluña
con la interpretación del Cant dels ocells. Entre la nutrida
representación institucional destacó la presencia de Pasqual
Maragall, presidente de la Generalitat, y Joan Clos, alcalde
de Barcelona, junto con representantes de todas las fuerzas
políticas y el Premio Nobel húngaro Imre Kertesz.
Sevilla, Valencia y Zaragoza reunieron a cientos de miles de
personas, respectivamente, que unieron su voz a los
manifestantes del resto de España en la condena del
terrorismo y de la guerra. Las marchas recibieron un apoyo
igualmente significativo en Santiago de Compostela, Jaen,
Cádiz, Orense, Murcia, Logroño, Las Palmas de Gran Canaria,
Valladolid, Segovia, Santander, Lugo, Pamplona y en el resto
de las capitales de provincia y de Comunidades Autónomas.
En Bilbao, 300.000 ciudadanos participaron en la condena de
los atentados de Madrid. La marcha contó con presencia de
representantes todos los partidos políticos con excepción de
Batasuna, brazo político de la organización terrorista ETA.