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El Presidente Berger y
Lucrecia Hernández
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EFE |
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"En nombre del Estado pido perdón a la familia Mack Chang y
al pueblo de Guatemala por el asesinato de la joven
antropóloga Myrna Mack", dijo el jefe de Estado de
Guatemala.
En un acto público, en el que el Estado reconoció la
responsabilidad institucional por el asesinato de Mack,
Berger asumió un compromiso de combatir la impunidad y
acelerar el proceso de justicia.
El presidente de Guatemala calificó a la hermana de Myrna,
Helen Mack, "como el símbolo de la lucha contra la
impunidad" y dijo que el proceso que llevó esta defensora de
los derechos humanos "removió la conciencia internacional".
El acto, celebrado en el antiguo Palacio de Gobierno, es
"histórico", dijo el comisionado presidencial de Derechos
Humanos, Frack LaRue, al explicar que el Estado reconoce
públicamente que el crimen de la antropóloga fue planificado
y ejecutado por militares.
Desde 1993 el sargento del Ejército Noel de Jesús Beteta
cumple una sentencia de 25 años de prisión al haber sido
encontrado culpable de la autoría material del crimen de la
socióloga.
Un coronel, Juan Valencia, se encuentra prófugo de la
justicia desde enero pasado después de que un tribunal lo
declaró culpable de ser el responsable intelectual del
crimen de Mack.