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Brasil
1964
Juiz de Fora
La reconquista del Brasil
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Hace casi treinta años, el capitán Olympio Mourao
Filho fabricó una conspiración comunista, el Plan
Cohen, por orden del presidente Vargas. Ahora el
general Mourao Filho compra la conspiración fabricada
por el embajador Gordon. El general confiesa que en
materia política él es una vaca de uniforme, pero de
conspiraciones comunistas sí que entiende.
En el cuartel de Juiz de Fora, alza la espada:
-¡Arrancaré al Brasil del abismo!- proclama.
Mourao Filho está despierto desde antes del amanecer.
Se afeita mientras lee en voz alta el salmo de David
que anuncia que todo verdor perecerá. Después desayuna
y felicita a su mujer, por ser esposa de un héroe; y a
la cabeza de sus tropas emprende la marcha hacia Río
de Janeiro.
Los generales se le van adhiriendo, uno tras otro.
Mientras tanto, avanzan rumbo al Brasil, desde los
Estados Unidos, un portaaviones, numerosos aviones,
varias naves de guerra y cuatro buques petroleros: es
la Operación Brother Sam, para ayudar al alzamiento.
Joao Goulart, perplejo, deja hacer. Su colega Lindón
Jonson envía desde Washington el más cálido
reconocimiento a los autores del cuartelazo, aunque
Goulart todavía ocupa la presidencia, y el
Departamento de Estado anuncia generosos préstamos
para el nuevo gobierno. Desde el sur, Leonel Brizola
intenta, sin eco, la resistencia. Finalmente, Goulart
se marcha al exilio.
Alguna mano del pueblo escribe, en una pared de Río de
Janeiro:
-¡Basta de intermediarios! ¡Lincoln Gordon presidente!
Pero los triunfantes militares eligen al mariscal
Castelo Branco, un solemne hombre de armas que carece
de sentido del humor y de pescuezo.
Eduardo Galeano