Entre 30.000 y 300.000 personas, según diversas fuentes,
pudieron haber muerto como consecuencia directa o indirecta
del impacto de los 50 millones de curies de radiación que
arrojó a la atmósfera la explosión del cuarto reactor de esa
central eléctrica nuclear.
Según el ministerio de Rusia para Situaciones de Emergencia,
19 regiones del país sufrieron el impacto de la explosión de
Chernóbil, que contaminó 2,9 millones de hectáreas de
tierras agrícolas, habitadas por poco más de 3 millones de
personas.
Un informe difundido hoy por esa cartera señala que en los
últimos años la situación en las regiones rusas afectadas
por el desastre de Chernóbil "ha mejorado de manera
significativa gracias a los procesos naturales y también a
las medidas de rehabilitación".
"Evaluar y minimizar las consecuencias médicas de la avería
siguen siendo tareas clave en el sistema de medidas que
adopta el Estado para defender a la población de los efectos
del desastre en la planta nuclear de Chernóbil", se recalca
en el documento.
El accidente contaminó extensos territorios en Rusia,
Ucrania y Bielorrusia, donde unos siete millones de personas
fueron afectadas por la radiación de las 200 toneladas de
combustible nuclear, equivalentes a 500 bombas como la de
Hiroshima, que fueron expelidas a la atmósfera.
En Ucrania, más de 2.300 localidades sufrieron los efectos
de la contaminación radiactiva, que en la vecina Bielorrusia
alcanzó a otras 2.800 aldeas y pueblos, con un total de
cerca de 1,8 millones de habitantes, casi el 20 por ciento
de la población del país.
Según las estadísticas del Gobierno de Ucrania, en los
centros sanitarios del país están registradas 3,2 millones
de personas que, fueron afectadas por la radiación,
incluidos 451.800 niños.
Con alarma, los médicos han constatado que cada año aumenta
el número de personas adultas a las que se les diagnostican
males provocados por la radiación, en primer lugar cáncer de
tiroides.
Entre los militares y voluntarios que fueron movilizados
para hacer frente a la avería ese índice alcanza el 94,2 por
ciento; entre la población evacuada de la zona contaminada
(con retraso, pues los dirigentes soviéticos ocultaron
durante días la tragedia) del 89,8 por ciento, y entre los
que aún viven allí, del 84,7.
Desde la explosión del cuarto reactor de Chernóbil, en
Ucrania han sido operadas de cáncer de tiroides 2.700
personas que en el momento del accidente aún no habían
alcanzado la mayoría de edad.
Como cada año, el recuerdo de las víctimas se mezcla con
demandas de mayores indemnizaciones, de programas de ayuda
médica a los enfermos y de subsidios para los supervivientes
y familiares de los fallecidos.
La planta de Chernóbil fue clausurada de manera definitiva
el 15 de diciembre de 2000, pero su cierre no da garantías
de seguridad.
El cuarto reactor, destruido por la explosión de hace 18
años, esta cubierto con un "sarcófago", una mole de hormigón
armado que encierra todavía entre 30 y 100 toneladas de
combustible nuclear altamente radiactivo.
Esa obra de ingeniería, construida en una carrera
contrarreloj, fue diseñada para una vida útil de treinta
años, pero ya presenta numerosas grietas y sufre un proceso
de deterioro acelerado, que los científicos no aciertan a
explicar.
Autoridades y científicos coinciden en que hay que construir
un segundo "sarcófago" encima del primero, pero el país no
cuenta con los recursos financieros para ello.
EFE
26 de abril de
2004