El pasado 28 de octubre, Bogotá, la capital de la República, las principales capitales departamentales como Medellín de Antioquia, Cartagena de Bolívar, Barranquilla del Atlántico, Cali del Valle de Cauca, entre otras, amanecieron junto con las poblaciones rurales frente a la expectativa de los resultados que ofrecería la jornada electoral, antecedida por hechos de violencia, que dejaron varios candidatos a las diferentes corporaciones públicas asesinados y, por lo mismo, en esas regiones del país se instauró la incertidumbre y el temor de los votantes.

A los actos violentos en la jornada electoral, se sumó la gran ofensiva del gobierno nacional que mediante un lenguaje pugnaz y descalificante respecto a la oposición, y más concretamente al Polo Democrático Alternativo, quiso influir en la conciencia de colombianos y colombianas, para asegurarse el control mayoritario de alcaldías, gobernaciones, capitales de gran influencia en la política y la economía del país, fundamentalmente en Bogotá.

El presidente Álvaro Uribe Vélez, como cualquier político en campaña, pero con la diferencia de manejar los recursos del Estado, se desplazó precipitadamente por las diferentes regiones y barrios populares para entregar subsidios, pero igualmente con su discurso excluyente y supuesto lenguaje abstracto, invitaba con tono y vehemencia de político en plaza pública a no votar por los candidatos de la izquierda, poniendo énfasis en la capital de la República al denunciar una supuesta alianza y apoyo de las FARC, que en alguna oportunidad, a través de la página Anncol, manifestó que “el Polo Democrático puede ser una alternativa de poder”. A pesar de que la Dirección Nacional del Polo oportunamente reiteró la disposición estatutaria y de principios respecto a su absoluta independencia de los actores armados ilegales, el gobierno, con el Presidente y sus Ministros, persistieron maquiavélicamente en “macartizar” al Polo Democrático y sus dirigentes para beneficiarse electoralmente.

La respuesta del pueblo fue contundente: con 915.295 votos, Samuel Moreno logró la mayor votación de la historia de la izquierda en Colombia y resultó electo Alcalde de Bogotá por el Polo Democrático Alternativo. Antonio Navarro Wolf prácticamente duplicó en votación a su contendor para ganar la gobernación de Nariño, y así, el Polo avanzó con su presencia en alcaldías y corporaciones públicas (Concejos y Asambleas) de otras regiones del país, mientras que en capitales como Medellín, Cartagena y Cali la política corrupta bipartidista fue derrotada para elegir alcaldes que, si bien no son integrantes del Polo Democrático Alternativo, trabajaron en su campaña con carácter independiente, lo que es sintomático de una rebelión electoral hacia las viejas formas y vicios de hacer política y gobernar.

El triunfo en Bogotá fue una franca y clara derrota a la intervención descarada del presidente Uribe en la campaña electoral, contraviniendo la prohibición constitucional que impide a los gobernantes participar en política, para garantizar la neutralidad en el ejercicio administrativo frente a las diferentes opciones políticas o de candidatos.

Los resultados electorales para el Polo Democrático Alternativo indican que es una seria y clara opción para ganar la Presidencia de la República en 2010, pero lo más importantes que se logró comprobar en la práctica electoral que la izquierda democrática, no obstante los diferentes matices y concepciones ideológicas de sus dirigentes, es capaz, por la vía de la unidad programática y de principios, asumir poder gubernamental en Colombia, para construir la sociedad que en definitiva forme parte de un auténtico Estado Social de Derecho.

La permanencia del Polo Democrático Alternativo en la Alcaldía de Bogotá para un nuevo período, indudablemente constituye un reconocimiento tácito a la gestión del compañero Luis Eduardo Garzón, quien logró la mejor de las calificaciones de las últimas alcaldías de Bogotá en temas como educación e inclusión social de los barrios periféricos de la ciudad más pobres, además de mantener y adelantar los megaproyectos de desarrollo urbano.

El triunfo del Polo Democrático Alternativo también es un homenaje a los mártires de la izquierda colombiana como Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro Leongómez, Luis Carlos Galán, entre otros, que ofrendaron su vida para entregar a Colombia y los colombianos una alternativa real de poder diferente a las empresas electorales bipartidistas, responsables del caos y la desventura social que se han vivido en la historia colombiana.

En Bogotá, Luis Alejandro Pedraza © Rel-UITA 7 de noviembre de 2007