La visita de la
periodista Amy Goodman a Fresno despertó una gran
expectativa y el público no salió defraudado.
Fresno, California -
En un ambiente donde predomina la mediocridad, el
conformismo y el encubrimiento de los medios de comunicación
masiva, escuchar una voz diferente parece una experiencia
casi subversiva. Esta experiencia fue compartida por unas
1.000 personas que el pasado 14 de abril colmaron las
instalaciones de una de las salas de la Universidad Estatal
de Fresno, al punto que el personal de seguridad amenazó con
desalojar al "excedente" humano, situación que se resolvió
cuando más de 50 asistentes se instalaron en el escenario, a
manera de actores.
"La guerra en Irak es un fiasco, el Pentágono dice no
saber cuántos heridos hay, pero los estimados más realistas
son de 8.000, incluyendo los evacuados por trastornos
mentales e intentos de suicidio", dijo David Goodman,
hermano de la periodista y co-autor junto a ella del libro
"Exception to the Rulers" que ambos están presentando
en una gira por 70 ciudades norteamericanas.
Amy Goodman, de 47 años y graduada de Harvard, conduce
el programa diario de radio "Democracy Now!" desde
Nueva York y a través de la cadena no comercial Pacifica. El
show también se escucha en Europa y Australia, en un total
de 220 estaciones. Goodman recibió numerosos premios y casi
pierde la vida cuando en 1991, cubriendo las revueltas
populares en la actual Timor Oriental, soldados del gobierno
la golpearon y casi la asesinan. Hace pocas semanas, después
del golpe de estado en Haití, "Democracy Now!"
difundió una exclusiva entrevista con el depuesto presidente
Jean Bertrand Aristide quien explicó detalladamente cómo fue
sacado del país por fuerzas norteamericanas.
Al tomar el micrófono, Amy Goodman no perdió tiempo en
rendir homenaje a los medios independientes de comunicación,
como era de esperarse, ningún medio masivo cubrió el evento
a pesar de la popularidad de Goodman. Habló de la reacción
de los periodistas españoles después de la muerte de un
colega en Irak a manos de las fuerzas norteamericanas de
ocupación y dio otros ejemplos de la dignidad de muchos
periodistas por informar verazmente a su público.
"Después del 11 de setiembre, era conmovedor ver las
fotos de los desaparecidos en las Torres Gemelas. No pude
dejar de pensar en las fotos de otros desaparecidos, ésos
cuyas fotos eran llevadas por las Madres de Plaza de Mayo,
en Argentina, fotos de víctimas de la represión encubierta
por Washington", dijo Goodman. "Bin Laden debería ser
juzgado… Henry Kissinger también debería serlo", agregó ante
los aplausos de la concurrencia.
Después de mencionar más casos de la complicidad del
gobierno norteamericano con situaciones de represión
alrededor del mundo, Goodman habló del control de las
corporaciones sobre los medios masivos, asegurándose así la
información que llega al público y que contribuye a crear
percepciones distorsionadas de la realidad. "Esta percepción
está de acuerdo a sus intereses corporativos".
"Por ejemplo, durante semanas previas a la invasión de
Irak, el New York Times publicó artículos sobre la
existencia de armas de destrucción masiva en ese país. Ahora
éste y otros medios se preguntan el porqué de los errores al
comprobar que esas armas no existían", dijo Goodman. "Pero
no quisieron escuchar a quienes denunciaban estas
manipulaciones como excusas del régimen Bush para atacar
Irak". Asimismo dio algunos ejemplos para explicar que hasta
el lenguaje de esos medios proviene del Pentágono o de la
Casa Blanca.
La periodista aseguró que cada vez más gente de
diversa ideología se opone a esta ocupación, "inclusive
gente de las fuerzas armadas pero sus voces no se escuchan".
Y denunció la censura, como la impuesta por el propio Bush
para que no se muestren imágenes de norteamericanos muertos
en Irak, conciente del impacto que podrían tener sobre la
opinión pública, como ocurrió durante la Guerra de Vietnam
(1965-1973). Goodman también habló sobre el aumento de los
índices de pobreza en el país más rico del mundo mientras
las corporaciones buscan mantener activa la industria de
guerra.
"El activismo de base puede neutralizar los abusos del
poder y desenmascarar las mentiras de la prensa masiva",
dijo Goodman ante el aplauso entusiasta de la audiencia.
"Tengo esperanzas que podremos cambiar algo este año de
elecciones, y que podamos cambiar el destino del país, el
destino del mundo", aseguró Goodman. La periodista concluyó
su presentación en el Valle firmando decenas de ejemplares
de su libro.
Eduardo
Stanley
21 de abril de
2004