En
una reciente entrevista realizada
por tres periodistas de la Agencia
de Comunicación Rodolfo Walsh, de
Argentina, en el marco de la Feria
Internacional del Libro de Mar del
Plata, el escritor uruguayo Eduardo
Galeano opinó sobre varios temas de
gran interés. La gran extensión del
texto hace imposible su inclusión
completa en esta página, pero Sirel
reproduce a continuación los pasajes
que a nuestro juicio resultan los
esenciales de este reportaje.
Sobre la actualidad de América
Latina
y
sus “venas (aún) abiertas”
-¿Qué voy a contestar?, lo mismo que siempre contesto, que me
encontré con el conde Drácula
en una calle de Buenos Aires, que
andaba buscando psicoanalista por el
complejo de inferioridad que le
producían las grandes corporaciones
internacionales. Eso contesto
siempre para evadirme. Lo cierto es
que sí, es una región del mundo que
trabaja al servicio de otra. Sí, es
cierto, eso sigue siendo verdad, y
que no hay ninguna riqueza inocente:
toda riqueza se nutre de alguna
pobreza y ahora fíjate con esta
crisis mundial el mundo entero está
aceptando con bastante pasividad, y
hasta con aplausos, estos regalitos
que van recibiendo los banqueros,
los “pobres banqueros” que son los
culpables de esta catástrofe
financiera, sostiene con ironía.
Sobre los planes de “salvataje”
implementados por los gobiernos
de
Europa y Estados Unidos para
enfrentar la crisis financiera
-Los banqueros son los que reciben la recompensa con que los
premian, por lo menos, con 3
millones de millones, que te da una
buena cantidad de ceros. A lo larga
lo paga eso que llaman “tercer
mundo”, o sea las naciones
sometidas, que venden lo que venden
cada vez más barato, pagan deudas
externas que son como sogas ahí
metidas en el pescuezo con una
vuelta de rosca y otra y otra. Por
fin se le ocurrió a alguien -Correa,
en Ecuador- ver si la deuda
era legítima o no. Le vamos a pagar
la deuda legítima, pero primero
vamos a ver qué es esa deuda.
Argentina no sabe la deuda que
paga, Uruguay tampoco. Se
supone que son deudas que vienen de
alguna parte, que tienen un
fundamento, pero nunca a nadie se le
ocurrió escarbar una por una para
decir “ésta deuda no la vamos a
pagar”. Chile no tendría que pagar
los préstamos que le dieron a
Pinochet para que asesinara
gente, al igual que otros asesinos
de países que contaron con auxilio.
La mayor deuda se incrementa en la
época de las dictaduras
Sobre la guerra de Irak y la cultura
milenaria de esa región
-Bagdad era el cruce de todos los caminos, allí se
encontraban las cosas y las
palabras: las cosas porque era un
centro comercial importantísimo, y
las palabras porque era el centro
cultural más importante del mundo,
por lejos. Esta misma Bagdad
ahora bombardeada, despreciada,
triturada por Occidente que, entre
otras cosas, aniquila lo que ignora.
¡Qué nivel de ignorancia!
Seguramente Bush cree que la
escritura fue inventada en Texas,
estoy seguro. ¡Qué nivel de
brutalidad, qué nivel de patanería
que tienen los amos del mundo!
Sobre el imperialismo y la
dependencia
-Tienen el complejo mesiánico de que son los salvadores del
mundo, de blancos, negros, rojos,
violetas. Bush hablaba con
Dios, aunque nunca aclaró si era por
fax, por mail y tampoco qué días se
comunicaba, pero él dijo que la
orden de invadir Irak se la
había dado Dios
Lo que quiero decir es que ellos tienen una vieja costumbre,
insana costumbre, tóxica para la
humanidad, peligrosa para la
humanidad, de sentir que tienen que
salvarte. Yo no quiero que me
salven, ¡qué mierda! Además, todos
los que vienen a salvarte terminan
chupándote hasta la última gota de
tu sangre y exprimiéndote hasta la
última gota de tu sudor. Estos
salvadores…
Además, fíjense la importancia que tienen en Estados
Unidos todas estas sectas
evangélicas desde donde irradian
esas premisas que insisten con la
idea de la salvación. Salvar a los
otros en lugar de respetarlos, de
escucharlos. En lugar de decir:
“Señores, por ahí ustedes tienen
algo interesante que decir”. No: el
mensaje siempre es al revés. Es
unidireccional, del que manda al
mandado, del que opina al opinado:
“Yo te voy a decir cómo son las
cosas, te voy a explicar cómo es el
mundo, te voy a dar la receta para
que te vaya mejor en la vida”.
Sobre el neliberalismo y la
“libertad de mercado”
-El hecho es que hicieron puré el Estado en todo el sur del
mundo. Los servicios públicos están
desechos. Mirá lo que es
Aerolíneas Argentinas. ¿Qué
quedó? Un pobre resto humeante.
Parece que hubiera sido victima de
algún bombardeo: un avión de guerra
que fue victima de un bombardeo. Yo
viajaba en Aerolíneas Argentinas
cuando dirigía la revista Crisis,
y era la mejor línea del mundo. Mirá
cómo está ahora. Mirá cómo está el
Correo. Yo estoy harto de mandar
cartas de Uruguay a la
Argentina que no llegan nunca.
Son servicios religiosos: los
entregan cuando Dios quiere.
Sobre los
nostálgicos de las dictaduras y la
manipulación
psicosocial de
los medios de comunicación masiva
-A veces veo TN y me da la impresión de que Buenos Aires
debe ser como Irán o
Bagdad, y voy a Buenos Aires
y no tiene nada que ver con lo que
cuentan que es. Además se ha dado un
fenómeno, éste también
internacional: es impresionante
cómo, en la época de la
globalización, se repite todo. ¡Qué
poca originalidad! Los países tienen
menos capacidad de decir lo suyo, de
caminar su camino. Entonces se dan
esas copias universales: los
informativos de la televisión
empiezan en casi todos los países
con temas de seguridad pública:
crímenes, violaciones, asesinatos.
Eso es la mitad o más del
informativo, con lo cual la
población queda temblando y
diciendo: “Estamos en manos de los
delincuentes, de los criminales”.
El miedo que es el peor de los consejeros, porque el miedo,
¿qué es lo que te va a aconsejar?:
mano dura. “Acá lo que se necesita
es mano dura”, y la democracia tiene
mano blanda, entonces de ahí a la
nostalgia por la dictadura militar
hay un camino muy chiquito.
Es un tema bárbaro porque hasta ahora la izquierda no ha
podido resolver el asunto de la
inseguridad. Quizá porque la
inseguridad no existe, la
inseguridad es el resultado de otras
cosas, de la injusticia social, de
la cultura del consumo.
Sobre el consumismo y el miedo al
otro
-Antonio Machado, el gran poeta español, decía una
frase lindísima: “Ahora cualquier
necio confunde valor y precio”. Y
ése es un retrato del mundo de
nuestro tiempo. Entonces, la cultura
del consumo -que es lo que se le
inyecta a la gente todos los días
sobre todo por los medios, pero
también por el sistema educativo-
sostiene la idea de que el que no
consume, no existe. Y esa cultura se
funda en esa confusión del valor y
el precio. Entonces vos valés si
tenés ropa más cara. Y eso es una
incitación al delito, porque si vos
le metes eso en la cabeza a los
chicos de la villa o la gente más
desamparada de la población, la idea
de que ser es tener, y que si no
tenés no sos, es una invitación al
delito. Es decirles: “¡Dale, andá
por esa vieja que está ahí al pedo,
dale, arrancale la cartera…!”.
Hay una dictadura del miedo en escala universal. Ahí también
todo se copia. Hay una vieja leyenda
china, que tiene miles de años, de
un leñador que pierde el hacha.
Entonces el leñador lo mira al
vecino, y ve que tiene cara de
ladrón, aspecto de ladrón: “¿Usted
no vio un hacha?”, le pregunta. “No,
no”, contesta el vecino. “Me
respondió como un ladrón”, piensa el
leñador. Le coincidía todo. A las
dos o tres horas encuentra el hacha
que se le había caído entre unos
árboles, vuelve a mirar al vecino y
piensa: “La verdad que no tiene para
nada cara de ladrón”. Pero mientras
el hacha estaba desaparecida el
vecino era el culpable. El tema de
la justicia por mano propia proviene
de ese equívoco, incide en los
linchamientos y castigos de muchos
que son inocentes.
Sobre las palabras y su uso
Hay una responsabilidad en el ejercicio de las palabras.
Aquello que el maestro Onetti
me dijo cuando era chico: “Las
únicas palabras que deben existir
son las palabras mejores que el
silencio”. Pero cuando vos estás
peleando para encontrarlas y
aparecen, hay que cuidarlas,
regarlas, acariciarlas. Las palabras
están muy mentidas, manoseadas,
prostituidas. Entonces las cosas no
significan lo que son, son lo que
significan. Es un desastre, el
diccionario parece un basurero. Y
claro que a las palabras les duele
ser basura. Nacieron para algo
mejor, nacieron para ser manos que
tocan, brazos que abrazan.
Sobre Barak Obama
Es algo que nunca se dice, pero es verdad: la Casa Blanca fue
construida por negros, y nunca jamás
se dice, y esa es la casa que él va
a ocupar. Por eso yo en un artículo
decía, "ojalá no olvide nunca que
fue hecha por negros esa casa, que
va a ser su casa". Porque puede
ocurrir al revés, la historia que yo
conté en Espejos sobre
Martí y Fernando Ortiz.
Éste fue el más importante
antropólogo cubano y el más profundo
investigador de la cultura negra en
Cuba, el que llegó más hondo
en la exploración de las raíces
negras de la cultura cubana. Murió
hace ya años. Y cuando era chico, un
adolescente recién llegado a Cuba
desde las Canarias, donde el
padre lo había mandado para
formarse, ve pasar un señor muy
apurado, un flaquito, peladito,
chiquito que camina apuradísimo. Le
dice: “Mucho cuidado con ese porque
es blanco por fuera y negro por
dentro”. Y ese era José Martí.
Pero también puede ocurrir al revés,
que haya algunos que son negros por
fuera y blancos por dentro.
El asunto es que esto, en principio, es una buena noticia
porque ¡hay que ver lo que es el
nivel del racismo en Estados
Unidos!, un país donde hasta
hace 15 minutos los negros no podían
sentarse en los colectivos, no
compartían ni siquiera los
colectivos. En 1942 el Pentágono
prohibió las transfusiones de “la
sangre negra”, que no existe la
sangre negra. La idea era que no se
hiciera por inyección la mezcla
prohibida en la cama. Bueno, eso fue
hace 15 minutos, así que esta
victoria me parece que hay que
celebrarla y está bien pero al mismo
tiempo (…) no hay que enmascarar las
cosas. Rosa Luxemburgo decía
que no hay nada más revolucionario
que decir lo que uno piensa y a
veces lo que uno piensa es una cosa
antipática, o que a la gente no le
cae bien pero yo la digo igual.
Seguí todas las polémicas con Mc Cain, completas, me
aburrí…: me dormía por la monotonía
de dos discursos sospechosamente
iguales, lo que no es un buen signo.
Los Estados Unidos tienen un
problema de Partido único disfrazado
de dos, y la verdad es que no era
muy diferente lo que decía uno de lo
que decía el otro. Me costaba mucho
distinguirlo. Claro, lo distinguía
por el aspecto físico: Obama
mucho más simpático, joven,
atlético, negro. El otro ya muy
cascado por los años. Pero los
discursos eran demasiados parecidos
y algunas amenazas guerreristas de
Obama contra Afganistán,
Irán, Pakistán no sé
hasta dónde fueron un impuesto que
él pagó a un sistema que obliga a
mentir para conseguir más votos, o
si es de veras lo que opina, lo que
no nos anuncia nada bueno.
Y después, otra cosa que decía ahí en el artículo es que yo
lo he seguido muchísimo a él
tratando de ver las cosas como son y
no como uno quieren que sea, y una
cosa que me molesta mucho es la
insistencia en el “leadership” (el
liderazgo). Es un término que usó
cada cuatro palabras. No, por favor.
¿Nos van a venir a mandar de nuevo?
Ahora nos estaban dejando más o
menos tranquilos por un rato, ¿y
éste anuncia la recuperación del “leadership”?