La CSI lanza una campaña internacional a favor del desarme nuclear, en
preparación para la importantísima
Conferencia de las Naciones Unidas
encargada de la revisión del Tratado
sobre la No Proliferación de Armas
Nucleares (TNP) en mayo de 2010
Un punto focal de la campaña es una
petición dirigida al Secretario
General de la ONU, Ban Ki-moon,
pidiendo que se adopten conclusiones
firmes y claras durante la
Conferencia sobre el TNP, y
la firma del Tratado por parte de
todos los Estados miembros de la
ONU.
La campaña se desarrolla en
cooperación con la iniciativa
mundial “Alcaldes por la Paz”, en la
que participan más de 2.000 ciudades
en unos 130 países.
“La paz y el desarme son principios
fundadores de la CSI, y pese
a los signos positivos por parte de
Rusia y Estados Unidos
respecto a la reducción de sus
arsenales nucleares, al movimiento
sindical internacional le preocupa
profundamente la perspectiva de una
nueva proliferación nuclear,
particularmente en el Norte y el Sur
de Asia,º y en Oriente Medio. La
única forma de hacer frente a esta
amenaza es por medio de
negociaciones multilaterales, y la
Revisión del TNP resulta
particularmente importante a este
respecto”, afirmó el Secretario
General de la CSI, Guy
Ryder.
Existen en la actualidad cerca de
24.000 cabezas nucleares, con un
poder destructor equivalente a
400.000 veces el de la bomba lanzada
sobre Hiroshima en 1945. El
armamento nuclear supone una porción
significativa del gasto mundial en
armas, que alcanzó un récord
histórico de US$1,4 billones en
2008, lo que representa un
incremento del 45 por ciento
respecto a la década anterior.
La CSI pide que se aproveche
el impulso cobrado mediante otros
acuerdos para frenar la
proliferación nuclear y la
propagación de otras armas de
destrucción masiva,
y que se introduzca una regulación
efectiva del comercio mundial en
armas convencionales, incluyendo las
armas ligeras, responsables de al
menos 500.000 muertes cada año en el
mundo.
“Si se consigue aplicar una
reducción significativa en el gasto
armamentístico, se liberarían
recursos que podrían destinarse a
cubrir urgentes necesidades
económicas y sociales, contribuyendo
a sacar a la economía mundial de la
profunda recesión global que está
costando decenas de millones de
puestos de trabajo. Representaría
una importante contribución para
ayudar a la comunidad internacional
a lograr los Objetivos de Desarrollo
del Milenio de la ONU, que parecen
cada vez más inalcanzables. Abordar
las causas sociales y económicas que
constituyen la raíz de los
conflictos resultaría mucho más
factible si se dispone de los fondos
necesarios de ayuda al desarrollo”,
comentó Ryder.
La campaña de la CSI hace
hincapié asimismo en la importancia
vital que reviste el hecho de que la
transformación del gasto militar a
una utilización con fines sociales
se realice de tal manera que se
apoyen y protejan los medios de
subsistencia de todos aquellos que
trabajan en la industria
armamentística, a través de la
adopción de medidas de “transición
justa” siguiendo líneas similares a
los ajustes necesarios para hacer
frente al cambio climático.
La CSI representa a 170 millones de
trabajadores y trabajadoras de 312
organizaciones afiliadas nacionales
en 157 países y territorios.
Tomado de Comfia
15 de julio de 2009