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III
Cumbre de los Pueblos de América
Escucha el clamor de tu pueblo |
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Adolfo Pérez Esquivel comparte esta reflexión,
en
vísperas de la III Cumbre de los Pueblos de América.
Los emergentes históricos de los pueblos son como los ríos
subterráneos donde convergen otros ríos y en un momento
determinado se unen al gran caudal y surgen a la superficie.
Cambian el curso, transformando la realidad y la vida.
Estamos en esa etapa histórica de transformar la realidad
impuesta de dominación, del pensamiento único del
neoliberalismo, de la crueldad contra los pueblos, el saqueo
sin piedad de los recursos, la destrucción de la
biodiversidad, del avasallamiento contra los pueblos
originarios, el aumento de la pobreza y las continuas
violaciones de los derechos humanos.
La III Cumbre de los Pueblos es un espacio de reflexión y
propuestas de construcción y unidad continental, en defensa
del derecho de los Pueblos a su soberanía, identidad
cultural y autodeterminación. Promueve la necesidad de
cambios estructurales y sociales, basados en la diversidad
cultural y la unidad de los pueblos a nivel continental como
así también en el rechazo a las dominaciones.
Muchos de los males que sufren los pueblos, no se podrían
hacer sin la complicidad de gobiernos que se someten a las
políticas impuestas por el FMI, el BM y el gobierno de los
EEUU. Políticas como el ALCA y los demás tratados de libre
comercio; la militarización del continente y el
establecimiento de bases militares de los EEUU en sus
países; el Plan Puebla Panamá, el Plan Colombia y el ingreso
de tropas norteamericanas como en Paraguay, donde además se
instala una oficina del FBI para el control de la Triple
Frontera y para generar tensiones y conflictos con el pueblo
de Bolivia y toda la región.
Dentro de esa escalada de dominación, Haití es uno de los
ejes de la imposición militarista con el envío de tropas
extranjeras por la ONU, que ascienden a 7400 efectivos
militares en el país más empobrecido de todo el continente.
Entre los efectivos militares se encuentran soldados de
países latinoamericanos que han avalado el golpe de Estado.
Haití no necesita fuerzas armadas sino médicos, maestros,
equipos técnicos para la vida y el desarrollo.
La III Cumbre de los Pueblos seguramente rechazará las
continuas amenazas e intento de golpe de Estado contra el
gobierno de Hugo Chávez Frías, Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela. En el mismo espíritu, rechazará y
denunciará el bloqueo de más de 45 años contra el pueblo
hermano de Cuba, impuesto por los EEUU en forma unilateral y
violando las resoluciones de las Naciones Unidas sobre el
derecho del pueblo cubano a su soberanía y
autodeterminación.
Denunciará las políticas del FMI, del Banco Mundial y de las
demás instituciones financieras multilaterales, que buscan
imponer a los países de América Latina y el mundo sus
proyectos de privatizaciones y pago de la Deuda Externa
ilegítima, inmoral e injusta, pagada ya muchas veces.
Políticas que obligan a continuar pagando, incluso a los
países más pobres y necesitados como Haití, generando así
más hambre, destrucción y exclusión social.
Denunciará además a los gobiernos que han negociado acuerdos
bilaterales con los EEUU que llevarán a la quiebra a los
pequeños y medianos productores, rurales e industriales,
consecuencia de los subsidios de ese país a sus productores
que provocarán más hambre, pobreza y exclusión social.
Sería importante que la III Cumbre de los Pueblos también
reclame la inmediata investigación sobre los crímenes de
lesa humanidad cometidos por George W. Bush, Presidente de
los EEUU de Norteamérica y sus aliados Tony Blair, Primer
Ministro de la Gran Bretaña y de Silvio Berlusconi, Primer
Ministro de Italia, responsables de invadir y masacrar a los
pueblos de Irak y Afganistán. Que se investigue la situación
en la base militar de los EEUU en Guantánamo, Cuba, donde se
tortura, asesina y somete a los prisioneros a tratos
crueles, inhumanos y degradantes, que ofenden a la
humanidad.
Hoy la gran potencia pretender avalar las atrocidades
cometidas en violación de los Pactos y Protocolos
internacionales y resoluciones de las Naciones Unidas, como
la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La ONU
debe actuar antes que sea tarde, evitando mayores males a la
humanidad.
Es necesario y urgente que la OEA como organismo continental
inicie una reforma profunda de su estructura. Debe actuar en
forma equitativa y justa y no bajo presiones de los EEUU,
poniéndose al servicio de los pueblos.
Las organizaciones y movimientos sociales que se encontrarán
en la III Cumbre de los Pueblos rechazan todo tipo de
terrorismo, provenga de quien provenga. Reclamamos nuestro
derecho a la autodeterminación y la soberanía.
Reclamamos a nuestros gobiernos coherencia y unidad
continental, fortaleciendo las alianzas regionales a fin de
encontrar conjuntamente solución a los graves problemas que
afectan la vida de nuestros pueblos, como la permanente
concentración y extranjerización de la riqueza, el saqueo y
apropiación de nuestros recursos y la mercantilización de
todo, incluyendo la vida misma.
Demasiado menudo, la única respuesta que tienen los gobiernos
para enfrentar los reclamos y protestas sociales es la
represión; desde la III Cumbre de los Pueblos les
reclamaremos y les exigiremos estar al servicio de los
pueblos y no del capital financiero que privilegian por
sobre el capital humano y el derecho de los pueblos.
¡Escuchen el clamor de los Pueblos!, que día a día surgen con
mayor fuerza y unidad continental y se asumen como
protagonistas de sus propias vidas y constructores de su
propia historia.
Adolfo
Pérez Esquivel
Argenpress
31 de
octubre de 2005
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