Más de 20.000 personas condenadas a muerte se encuentran a
la espera de que las maten sus propios gobiernos. Al menos
2.148 personas fueron ejecutadas durante 2005 en 22 países
–el 94 por ciento sólo en Arabia Saudí, China, Estados
Unidos e Irán–. Durante 2005 se condenó a muerte a 5.186
personas en 53 países.
Estas
cifras son aproximadas debido al secretismo que rodea a la
pena de muerte. Muchos gobiernos, como el de China, se
niegan a publicar estadísticas oficiales completas sobre las
ejecuciones, mientras que el de Vietnam ha llegado a
declarar “secreto de Estado” las estadísticas e
informaciones sobre la pena capital.
En China
–el país donde se llevan a cabo casi el 80 por ciento de
todas las ejecuciones– una persona puede ser condenada y
ejecutada hasta por 68 delitos, incluidos delitos no
violentos como fraude fiscal, malversación de fondos y
delitos de drogas.
En
Arabia Saudí se ha sacado a personas de sus celdas y se las
ha ejecutado sin que supieran que se les había impuesto la
pena capital. Otras han sido juzgadas y condenadas a muerte
en una lengua que no hablaban ni leían.
En
Estados Unidos, dos condenados a muerte quedaron en libertad
en 2005 después de que aparecieran pruebas de su inocencia.
Irán ha sido el único país donde, según las informaciones
recibidas por Amnistía Internacional, se ha ejecutado a
menores en 2005.
Visita
nuestro
mapa interactivo sobre la situación de la pena de muerte
en el mundo.
Amnistía Internacional
28 de
abril de 2006
Volver
a Portada