COMUNICADO DE
PRENSA
Al cumplirse 32 años del golpe
de estado, el debate sobre las violaciones a los derechos
humanos está en centro de la agenda política. Desde el
retorno democrático los últimos gobiernos no han realizado
ningún avance en cuanto a la verdad y la justicia, más bien
han sido férreos cómplices y defensores de la impunidad, del
encubrimiento, del silencio y tergiversación de la historia
reciente. A éste respecto el actual gobierno se propone como
eje central encontrar restos de algunos desaparecidos y
hacer cumplir el artículo cuarto de la ley de impunidad (
ley inmoral que pretende investigar de forma administrativa
lo sucedido pero dejando libres y asegurando la protección a
los cientos de torturadores y desaparecedores), como una
forma de zanjar la violación de los derechos humanos durante
la dictadura.
Las y los integrantes de HIJOS
pensamos que las y los desaparecidos y todas las víctimas
del terrorismo de estado, luchaban por una sociedad con
justicia social, eran opositores al modelo de sociedad que
se impuso y que aún sigue vigente, fue necesaria para la
instauración y profundización del modelo liberal la
represión, la tortura, la muerte, la desaparición que se
institucionaliza el 27 de junio de 1973 y que sirvió y que
sirve para exterminar toda forma de pensar y sentir
diferente.
Un arquetipo de sociedad que se
traduce en lo económico como un modelo que sirve al imperio
y a las multinacionales, que hace al Uruguay cada vez más y
más dependiente, que genera desocupación y pobreza
estructural así como desregulación laboral. En lo social, la
pérdida de los derechos de los trabajadores, entre ellos el
derecho al trabajo mismo, partiendo el mundo laboral en los
que tienen trabajo y los que no lo tienen, incrementando
además los salarios miserables, marginalizando a grandes
sectores de la población, encerrando a muchos en cárceles
denigrantes de la integridad humana, un modelo de sociedad
en donde las vivencias más horripilantes se convierten en
hechos naturales, una sociedad sumergida en la hipocresía y
la moralina barata que permite entre muchas otras cosas que
mueran mujeres víctimas de abortos clandestinos, una
sociedad que ha convertido en cotidiano que convivamos y
toleremos a seres que han cometido las mierdas inimaginables
más siniestras.
Una sociedad que fomenta la
cultura del individualismo, el "no te metás", una sociedad
en donde reina el miedo, una sociedad fragmentada, que se
basa en una democracia vacía en la que no nos es posible
hacer valer los derechos inalienables de los seres humanos.
En resumen el golpe de estado instala definitivamente este
modelo de sociedad y aunque formalmente no estemos bajo ese
régimen sufrimos aún hoy 32 años después sus consecuencias.
¿Quien dijo que la generación de
los años 60 y 70 luchaban por este modelo de sociedad, por
esta democracia? Luchaban por la Revolución.
¿Tendremos que seguir cargando
con los legados de la dictadura?
¿Tendremos que seguir
resignándonos?
¿Tendremos que aceptar que la
impunidad y la hipocresía sean la moneda corriente?
Hasta que no generemos una
ruptura con el modelo de sociedad impuesto por la dictadura
y mantenido por los sucesivos gobiernos democráticos
seguiremos contribuyendo a que las y los sigan
desapareciendo, porque al pisotear, al desaparecer sus
sueños y sus ideas los están matando nuevamente y para esto
no son necesarios ni los Gavazzo, ni los Silveira, basta con
traicionar las luchas por las que ellas y ellos dieron sus
vidas.
¿Aquel
terror fue la necesaria antesala de este mundo triste y
cruel que hoy padecemos?
¿Sí o no?
Si la respuesta resulta afirmativa ¿no sería inteligente
retomar los ideales de nuestros hermanos desaparecidos? De
lo contrario sólo nos espera más tristeza e injusticia que
nadie se merece.
Carlos
Caillabet, “Nomeolvides”
HIJOS
de detenidos desaparecidos, ex
presos, exiliados, asesinados
27 de junio de 2005