A pesar de haber presentado una reducción considerable en los últimos 11 años, el trabajo infantil aún emplea a mas de 5 millones de brasileños. El dato es de la Investigación Nacional por Muestra de Domicilios (Pnad, por sus siglas en portugués), divulgada el pasado día 14 por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

 

El estudio estimó que la proporción de niños y adolescentes de 5 a 17 años que trabajaban en 2006 fue de 11,1 por ciento, lo que representa una disminución en relación a los 12,2 por ciento registrados en 2005 y a los 18,7 registrados en 1995. Aún así el IBGE calcula que el número de menores de edad en esa condición alcanza a 5,1 millones en todo el país.

 

Solamente en la franja de 5 a 9 años de edad existen 237 mil niños que trabajan y tienen en promedio, una carga horaria semanal de 10,4 horas de trabajo. Entre los 10 y 14 años, el total sube a 1,7 millones en todo el país. En esta franja, 53,3 por ciento trabajan sin remuneración y alcanzan una carga horaria de 18,4 horas por semana.

 

Según el Pnad, el Noreste aún posee la mayor parte de trabajo infantil, con 14,4 por ciento de los niños y adolescentes incluidos en la población ocupada (empleada). Sin embargo, el IBGE arguye que la región presentó la mayor reducción de 2005 a 2006,. Luego siguen las regiones Sur, con 13,6 por ciento y Norte, con 12,4 por ciento, también por encima del promedio nacional.

 

Solamente la agricultura emplea 41,4 de los niños y adolescentes de 5 a 17 años en todo el país. A pesar de eso, el IBGE resalta que la participación de este grupo etario en la agricultura cayó 1,1 punto porcentual el año pasado, contra apenas 0,2 punto porcentual en los demás sectores de la economía.

 

Según la investigación, los trabajadores infantiles son típicamente de sexo masculino (64,4 por ciento) y negros o pardos (59,1 por ciento). Aunque 94,5 por ciento de la categoría sea alfabetizada, 19 por ciento no frecuentaba la escuela en 2006. La proporción de evasión escolar en esta categoría esa casi tres veces superior a la de niños y adolescentes que no trabajan (6,4 por ciento).

 

Tomado de O Globo

18 de setiembre de 2007