La organización
Amnistía Internacional (AI) arremetió este 26 de mayo contra
la política exterior y de seguridad de Estados Unidos,
"ciega y sin principios", y dijo que ese país, con su
continuo abuso de los derechos humanos, "ha convertido el
mundo en un lugar más peligroso".
En una de sus
declaraciones más contundentes, la organización, que
presentó ayer en Londres su informe anual, no escatimó
críticas a los gobiernos y los grupos armados que, con su
desprecio a la ley internacional, "están expandiendo como un
cáncer" la violación de los derechos humanos en el mundo.
"Asistimos al
mayor ataque sostenido contra los derechos humanos y el
derecho internacional de los últimos cincuenta años",
declaró la secretaria general de AI, Irene Khan, en una
rueda de prensa.
Amnistía presentó
su volumen "Informe anual 2004", que repasa la situación de
los derechos humanos en 157 países del mundo durante 2003 y
hace hincapié en las graves consecuencias que ha tenido para
los derechos la "guerra contra el terror" promovida por
Estados Unidos.
Khan señaló que
las actividades de grupos terroristas como Al Qaeda son una
amenaza para la seguridad y "están destruyendo los valores
mundiales y los derechos de los ciudadanos corrientes".
Sin embargo, a
este hecho se suma "el número de violaciones cada vez mayor
que cometen los gobiernos" en nombre de la seguridad y de
supuestos valores democráticos.
"Es aterrador que
haya gobiernos poderosos que debilitan, marginan o destruyen
los principios del derecho internacional -dijo Khan-, así
como las herramientas de acción multilateral que podrían
protegernos de esos ataques (terroristas)", en referencia a
la ONU.
La secretaria
general de AI fue más allá al subrayar que "el programa
mundial de seguridad que promueve el gobierno de Estados
Unidos no tiene visión ni principios".
Denunció que ese
país viola los derechos en su propio territorio, cierra los
ojos ante los abusos que se cometen en el exterior y usa la
fuerza militar preventiva "donde y cuando se le antoja".
Khan aludió a las
torturas infligidas por tropas estadounidenses a presos
iraquíes, "una consecuencia lógica de la política de EEUU
desde el 11-S".
Esas torturas
ponen de manifiesto "la vulnerabilidad de cientos de presos"
en Irak, la bahía cubana de Guantánamo y en Afganistán,
entre otros países, añadió.
Preguntada por los
periodistas, declinó opinar sobre el repliegue de las tropas
españolas en el país árabe, pero pidió al Gobierno español
que "muestre ahora su compromiso con Irak en la ONU",
asegurándose de que se aprueba una resolución que "garantice
la seguridad de los iraquíes".
Los abusos
derivados de la "guerra contra el terror" han desviado la
atención de otras violaciones de los derechos humanos, que
aún se dan en muchos países, como demuestra el informe de
Amnistía.
Khan recordó los
enconados conflictos internos que tienen lugar en Chechenia,
Colombia, Congo, Sudán y Nepal, así como la continua
violencia que afecta a Oriente Medio, donde Israel sigue
"negando derechos básicos a los palestinos".
También criticó a
los gobiernos por ignorar "las verdaderas armas de
destrucción masiva", problemas como la injusticia, la
pobreza, la impunidad, discriminación, racismo, la violencia
contra las mujeres, el abuso de menores y el comercio
incontrolado de armas pequeñas.
Pese a la
contundencia de su informe, Amnistía Internacional cree que
existen razones para el optimismo.
No sólo ha habido
cambios en la política de derechos humanos de algunos
países, sobre todo en América Latina, donde hay ahora menos
impunidad, sino que también "hay signos inequívocos de un
movimiento por la justicia mundial".
"Este valor
mundial de justicia es el camino más eficaz hacia la
seguridad y la paz", concluyó Khan.