Con Jair Krischke del Movimiento Justicia y Derechos Humanos
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-¿Qué razones esgrime en su solicitud?
-Él argumenta que vino a Brasil en julio de 2004 escapando de
la persecución que sufría en Uruguay, por los escraches
realizados frente a su casa en Montevideo. Dijo además que
es cardíaco, que tiene graves problemas de salud y que
robaron su ficha médica estando en el Hospital Militar
(risas). Bueno, ante tanta desfachatez cabe señalar que esto
ocurrió el año pasado, durante la administración del aún
presidente colorado Jorge Batlle. Más adelante dice que toda
esta penosa situación es culpa del nuevo gobierno. Extraño,
¿no? Las elecciones en Uruguay fueron a fin de octubre del
pasado año, y este señor estaba aquí desde julio. Tabaré
Vázquez asumió en marzo de 2005, y Cordero ingresó la
solicitud en febrero de este año. Entonces, por favor, es
mucha mentira.
Lamentablemente algunas personas en Brasil no estaban
informadas sobre el frondoso currículo de este criminal. Por
suerte desde el Movimiento de Justicia y Derechos Humanos
realizamos una rápida articulación para acercar una
detallada información a las personas pertinentes en este
caso y lo hicimos con mucho cuidado, porque temíamos que
Cordero, que se encuentra en São Paulo, se escapara.
-¿Puedes contarnos parte de la labor llevada a cabo
por el Movimiento?
-Unos 20 días antes de la reunión del 18 de julio del Comité
Nacional para los Refugiados (CONARE), me enteré de que la
situación estaba algo complicada, y que existía la
posibilidad de que fuera atendida favorablemente la
solicitud de refugio. Entonces comenzamos un trabajo a nivel
de los medios, sobre todo en Uruguay, porque aquí los hechos
de corrupción a nivel del gobierno nacional acaparan hoy
toda la atención. De este modo logramos informar y
sensibilizar a mucha gente en Brasilia.
Ahora que fue denegada la solicitud de refugio, aguardamos
que la Suprema Corte determine inmediatamente la prisión de
Cordero.
Es importante decir que la democracia le brindará a Cordero
la plena libertad para defenderse, derecho que él le negó a
tantas víctimas.
-¿Cómo se sienten ahora?
-Esto toca de lleno nuestra emoción. Son muchos años donde el
Movimiento en su accionar está convencido de que es muy
peligroso si la sociedad uruguaya, argentina o brasilera
alimentan la impunidad, pues en el futuro estaremos
corriendo serios riesgos de que esos hechos terribles,
desgarradores vuelvan a ocurrir. Por eso este paso es
importante en la lucha de la civilización contra la
barbarie. Ayer decía a mis compañeros del Movimiento que
esto es una victoria, tenemos que conmemorar, sí, pero ahora
tenemos que lograr la extradición y que la justicia
argentina juzgue a este señor como es debido en beneficio de
la sociedad mundial, de la democracia y el respeto a los
derechos humanos.
En
Porto Alegre, Gerardo Iglesias
© Rel-UITA
21 de
julio de 2005
Foto: La
República