Varias
organizaciones colombianas iniciaron hoy, con una peculiar
exposición fotográfica en una plaza de Bogotá, un Movimiento
contra las Víctimas de Crímenes de Lesa Humanidad y
Violaciones de los Derechos Humanos.
Un centenar de enormes fotografías de esas víctimas fueron
desplegadas en la céntrica Plaza de Bolívar, en la que las
organizaciones, encabezadas por el Colectivo de Abogados
José Alvear Restrepo, explicaron a periodistas que se
definirá la periodicidad de la muestra fotográfica.
"Sin Olvido", se leía en algunas de las pancartas que fueron
puestas a lado o sobre las fotografías, frente al edificio
del Congreso.
La próxima semana, en un encuentro nacional en Bogotá, se
acordará cada cuánto tiempo serán expuestas las fotografías
de las víctimas así como su posible itinerancia por el país,
dijo a EFE una fuente de la organización.
Señaló que se trata de "hacer visible el movimiento" que
será "similar a otros como el de las Madres de Plaza de
Mayo" en Argentina.
Añadió que es una protesta "silenciosa y pacífica", en
memoria de los centenares, miles de desaparecidos del
conflicto armado interno colombiano, pero también, "un
llamamiento a la lucha contra la impunidad" y "por la
verdad, la justicia y la reparación".
La fuente aludió al proyecto de ley de Justicia y Paz que
debe definir y aprobar por estos días el Congreso
colombiano, y que será el marco legal para la
desmovilización de los grupos armados.
Esa ley "se estrenará" con las organizaciones paramilitares
asociadas en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que
negocia con el gobierno del presidente Álvaro Uribe su
desmovilización definitiva.
"Estamos en contra de esa ley", dijo a EFE la fuente, y
recordó que la protesta del Movimiento contra Víctimas de
Crímenes de Lesa Humanidad busca que no se implante en
Colombia una legislación de punto final y olvido.
"Que se fijen en el ejemplo de Argentina. Tras muchos años,
las 'Madres de la Plaza de Mayo' obtuvieron una ganancia",
concluyó la fuente.
El caso se refiere a la desaparición de un chileno y una
argentina, secuestrados en 1978 junto con su hija de ocho
meses, que precipitó el martes pasado la decisión de la
Corte Suprema de Argentina de anular las "leyes del perdón"
a implicados en delitos de represión durante la dictadura
militar (1976-1983).
Los jueces resolvieron declarar "inconstitucionales" las
normas conocidas como "Punto Final" y "Obediencia Debida" en
ese país.
EFE
16 de junio de
2005