Con motivo de
la solidaridad expresada por los pueblos de Latinoamérica hacia el
Paraguay a propósito del “golpe de Estado express” con que
diputados y senadores derrocaron a Fernando Lugo, elegido por la mayoría
del pueblo el 20 de abril de 2008, Federico Franco -que ahora usurpa el
cargo presidencial- y sus partidarios, afirman que dicha solidaridad es un
ataque a la soberanía paraguaya.
Aunque dan
risa sus palabras, deseo preguntarles: ¿de qué soberanía están hablando?
Ciertamente
no de la verdadera soberanía del pueblo del Paraguay, que está a favor de
su presidente Fernando Lugo, legítima y legalmente elegido.
Para la oligarquía, estos grupos mayoritarios del Pueblo no existen,
propiamente “sobran”, y si fuera posible querrían hacerlos
desaparecer. |
Federico
Franco
y sus partidarios se refieren a la presunta soberanía de un puñado de personas
que, siendo solamente el 2 por ciento de la población usufructúa el 80 por
ciento de las tierras, a esas 600 familias de sojeros, ganaderos, empresarios,
mafiosos del contrabando y de la droga y a los senadores y diputados que se
creen los amos actuales del Paraguay.
Ésta no es
ninguna soberanía, es sólo el beneficio de la oligarquía.
Todos ellos
se olvidan de que existe el pueblo. Se olvidan de la pequeña clase media, de esa
mayoría de campesinos cuyo 45 por ciento está en la mayor pobreza, y de los
grandes cinturones de miseria que rodean las ciudades de los 17 departamentos.
Para la oligarquía, estos grupos mayoritarios del Pueblo no existen, propiamente
“sobran”, y si fuera posible querrían hacerlos desaparecer.
Es hora de
que abramos los ojos y no nos dejemos engañar por unos pocos dueños de las
radios comerciales, prensa escrita y canales de TV, que cada mañana nos
intoxican con sus mentiras.
Aceptamos con
agradecimiento la solidaridad de nuestros hermanos latinoamericanos con la
verdadera soberanía del pueblo paraguayo y contra el golpe de Estado del
Congreso.
Como repite
la canción: “Nosotros, el pueblo, venceremos”. Y en él reside la verdadera
soberanía.
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