18 de diciembre

Día Internacional del Migrante

Los migrantes son seres humanos

 
"Nosotros queríamos trabajadores,

pero obtuvimos personas "

Max Frisch

escritor suizo, sobre los programas europeos

 para trabajadores huéspedes de los años 60
 

El 18 de diciembre se celebra el Día Internacional del Migrante. El tema de los migrantes y la migración ocupa un espacio creciente en la esfera pública de la mayoría de los países. La migración es percibida de diversas formas, como un medio para contribuir al crecimiento económico a través de los fondos que se reciben del extranjero, como una amenaza para el mercado laboral del país donde se realiza el trabajo y como un desgaste para los servicios públicos del país de acogida.


En la mayor parte de estas ecuaciones "coste-beneficio" que definen la migración, la única voz que no se oye, la única cifra que falta, es la del propio migrante. Sin embargo, la realidad cotidiana de muchos migrantes de todo el mundo sigue siendo sombría. Vilipendiados por los políticos y los medios de comunicación, objeto frecuente de discriminación y de violaciones de derechos humanos, muchos migrantes viven sus vidas en los márgenes de unas sociedades que no quieren o no son capaces de aceptarlos o integrarlos plenamente.


La vulnerabilidad de los migrantes, intrínseca en su caso dado que viven y trabajan en un país con el que no tienen el vínculo de la nacionalidad, se incrementa enormemente en el caso de los migrantes "irregulares" o "indocumentados". Existe una gran demanda de mano de obra barata y flexible por parte de gobiernos y sociedades de distintas regiones del mundo, una demanda que con frecuencia se satisface a través de la contratación de trabajadores migrantes en el sector informal de la economía. Estos trabajadores migrantes y sus familias son "irregulares".


En muchas situaciones documentadas por Amnistía Internacional, parece que la "irregularidad" de esos trabajadores y sus familias ha hecho concluir a los responsables del diseño de políticas que esos migrantes no tienen derechos humanos fundamentales, a pesar de que contribuyen de un modo sustancial al desarrollo social y económico de las comunidades en las que residen. A muchos se los trata como si no fueran seres humanos. Los Estados los amenazan con expulsarlos arbitrariamente de su territorio, y en el proceso estas personas sufren graves abusos de derechos humanos, entre ellos tortura. También se les niega sistemáticamente el acceso a derechos humanos básicos, como el derecho al empleo, a una asistencia médica adecuada y a una vivienda digna.


Con frecuencia sucede que los grupos vulnerables de migrantes "irregulares", como los niños, son detenidos, golpeados y sometidos a abusos sexuales, lo cual contraviene las normas más fundamentales del derecho internacional de derechos humanos. De este modo, ha surgido un discurso hipócrita y peligroso que fomenta el lado productivo del trabajador migrante, al tiempo que niega su condición humana.


La Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares (Convención sobre los Derechos de los Migrantes), que entró en vigor en julio de 2003 y hasta la fecha ha sido ratificada por 27 Estados, dispone que todos los migrantes, con independencia de su estatus migratoria, deben poder disfrutar de ciertos derechos fundamentales, entre ellos el derecho a no ser sometidos a tortura, el derecho a la igualdad ante la ley y en las condiciones laborales, y el derecho a recibir asistencia médica de urgencia.


Aunque Amnistía Internacional reconoce el derecho soberano de los Estados a vigilar sus fronteras, ello no puede hacerse a expensas de los derechos humanos de ninguna persona migrante, con independencia de su condición jurídica. Todos los Estados deben ratificar la Convención Internacional sobre los Derechos de los Migrantes y aplicar de manera efectiva sus disposiciones. En este contexto, los 27 Estados Partes en esta Convención no deben demorar más sus informes ante el Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios.


El 18 de diciembre es una fecha en el que es preciso comprometerse en la defensa de los derechos humanos de los migrantes; todos ellos, sea cual sea su condición jurídica, tienen derecho a que se respeten sus derechos humanos.

 

Amnistía Internacional
Artículo de news.amnesty

22 de diciembre de 2004

 

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