La absolución del mandante del asesinato de la
misionera Dorothy Stang fue repudiada por la
Confederación Nacional de Obispos de Brasil (CNBB),
y por cerca de 20 organizaciones de defensa de los
derechos humanos del país. En nota, la CNBB
dijo estar indignada por el resultado del juicio del
Tribunal Popular, en Belem, absolviendo por la
mayoría de los votos de los jurados, al acusado, el
hacendado Vitalmiro Bastos de Moura.
Para la Confederación, este hecho aumenta la
preocupación por la vida de todos los amenazados de
muerte en Pará -más de 300 personas, según denuncia
de los obispos Don José Luiz Azcona, de
Marajó; Don Flavio Giovenale, de Abaetetuba y
Don Erwin Kräutler, de Xingú, también
amenazados.
El pasado miércoles 07, el hacendado Vitalmiro
Bastos de Moura, conocido como Bida, fue
absuelto después que el ejecutor del crimen
Raifran y el intermediario Amair
cambiaron sus declaraciones, comprados con más de
100 mil reales. En el juzgamiento anterior, cuando
quedó probado que Bida había ofrecido 50 mil
reales a Raifran para que matase a la
religiosa, el mandante del crimen había sido
condenado a 30 años de prisión.
Según la comisión Pastoral de la Tierra (CPT), en
40 años, más de 800 trabajadores, dirigentes
sindicales y sin tierra, religiosos y activistas de
los derechos humanos fueron asesinados en Pará. Casi
todos los crímenes fueron cometidos por pistoleros
al mando de hacendados y madereros, pero apenas seis
mandantes fueron juzgados y condenados y ninguno
permaneció preso.
"El Poder Judicial paraense parece ser connivente
hasta inclusive con el incumplimiento de las penas
de los pistoleros condenados. En los últimos años, a
tres pistoleros condenados por asesinato de
dirigentes sindicales se les facilitaron sus fugas
de las penitenciarias estatales", dijo la CPT.
Entre las reivindicaciones de los movimientos
sociales, se encuentra la federalización de estos
crímenes, para que la influencia financiera y
política de los grupos poderosos locales no
perjudiquen la obtención de la justicia.
Las amenazas de muerte son consecuencia de los
crímenes relacionados con la escrituración ilegal de
tierra, trabajo esclavo y explotación maderera que
mantienen el poder de los hacendados. Situación que
se perpetúa en la inercia del Estado, que actúa, en
la mayoría de los casos, contra los campesinos y en
defensa de la oligarquía agraria de Pará.
De acuerdo con el monitoreo realizado por la
CPT, el 73,19 por ciento de los casos de
asesinatos producidos en el campo en el Estado, no
son investigados, el 8,11 por ciento de las
investigaciones policiales no se concluyen y solo el
18,68 por ciento de los crímenes se transforman en
un proceso judicial. Sin embargo, la media de
tramitación de estos procesos está por encima de los
10 años, provocando la prescripción de la mayoría de
los casos.
Por esto, la CNBB estimula que se realice el
seguimiento del trabajo de las comunidades de Anapu/PA,
que continúan la misión de la Hermana Dorothy,
denunciando los crímenes agrarios y ambientales, y
anunciando la esperanza que no engaña.
Las organizaciones que firmaron la nota de
repudio son: Comité Dorothy, Conferencia de
Religiosos de Brasil, Instituto Universidad Popular,
Forum de la Amazonia Oriental, Federación de Órganos
para la Asistencia Social y Educacional, Asociación
Brasilera de ONG’s, Sociedad Paranaense de Derechos
Humanos, Movimiento de Mujeres Trabajadoras de
Altamira, Comité de Defensa de la Vida de los Niños
de Altamira.
Y también: Forum Popular de Altamira, Forum
Dorothy Stang de Derechos Humanos, Mutirão por la
Ciudadanía, GTA Regional Xingú, Movimiento de
Mujeres del Campo y de la Ciudad del Estado de Pará,
Justicia Global, Tierra de Derechos, Centro Luiz
Freire, Campaña Reaja, Asociación de Familiares y
Amigos de Presos y Presas de Bahía y Colectivo de
Entidades Negras (CEN).
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