La violencia sexual y el tráfico de personas en América
Latina y Caribe ganaron destaque en una reciente reunión
internacional de Organización Panamericana de Salud (OPS).
Mirta Roses Periago, directora de la OPS, dijo que estas son
dos de las expresiones más crudas, dramáticas e inaceptables
de la situación actual de la mujer en nuestras sociedades.
En la reunión se debatieron los planes integrados de
atención a mujeres sobrevivientes de violencia sexual en
América Latina y el Caribe.
"Como muchas enfermedades," dijo la directora de la OPS, es
imperativo trabajar coordinadamente para prevenir y mitigar
su impacto e incidencia ya que "la violencia sexual se
perpetúa, se contagia y se transmite en la sociedad y en la
familia".
La directora de la OPS mencionó el caso de Centroamérica,
donde desde 1990 se han creado más de 170 redes
intersectoriales para la prevención y atención de la
violencia sexual. Roses también destacó los avances
legislativos, jurídicos e institucionales realizados en
algunos países de América latina y el Caribe pero animó a
los presentes a que unifiquen criterios a nivel panamericano
para que la lucha contra la violencia sexual no tenga una
apariencia fragmentada sino una consistencia sólida y
unificada.
No obstante de los avances realizados en los últimos 10
años, estudios sobre violencia sexual en la niñez realizados
por la OPS y la Organización Mundial de la Salud en el año
2003 revelan que un 36% de chicas y un 29% de chicos ha
sufrido abuso sexual. Una significativa proporción de
mujeres jóvenes señalaron que su primer contacto sexual se
produjo bajo coerción. De hecho, hasta una tercera parte de
las adolescentes han sufrido una iniciación sexual forzada.
Roses planteó alguna de las grandes contradicciones que se
han producido después de una década de lucha en la OPS
contra la violencia de género en las Américas como problema
integral de salud pública. La directora de la OPS recordó
que se han logrado avances sólidos en aspectos conceptuales,
educativos, filosóficos, jurídicos e instrumentales de la
violencia sexual. Pero Roses lamentó la diferencia salarial
aún persistente y notable entre sexos en las Américas, a
pesar de que las mujeres ya alcanzan niveles más altos que
los hombres en matriculación, permanencia y finalización de
los ciclos educativos primario y secundario.
Para Claudia García-Moreno, coordinadora del Departamento de
Género y Salud de la Mujer de la Organización Mundial de la
Salud, la lucha contra la violencia sexual es un trabajo de
"construcción y transformación" donde la última década nos
ha permitido reconocer esta realidad. "Pero este
reconocimiento aun no se ha transformado en presupuestos ni
en la constitución del marco normativo global necesarios
para responder verdaderamente al desafío".
ADITAL
9 de agosto de 2005