Un día después de que una fiscal
de la Corte Suprema, Mónica
Maldonado, recomendó la
extradición de Alberto Fujimori,
el juez Urbano Marín ordenó el
pasado 8, el arresto
domiciliario del ex presidente
de Perú
Fujimori
ya fue notificado de la
resolución por el secretario de
la Corte Suprema, Carlos
Meneses, aunque se desconoce
aún su paradero. Medios de
prensa señalan que el ex
mandatario se encontraría en una
residencia en el exclusivo
sector de Chicureno, en el norte
de Santiago, y no en su
departamento ubicado a escasos
metros de la embajada de
Japón en Chile.
El día 7, la fiscal de la Corte
Suprema, Mónica Maldonado,
envió un informe al ministro
Orlando Álvarez, en el cual
desestima aplicar la inmunidad
de ex jefe de Estado en favor
del otrora mandatario peruano.
Maldonado llegó al
convencimiento de que el ex
presidente de Perú,
Alberto Fujimori, participó,
al menos como indoctor directo,
en una serie de actos de
corrupción y violaciones a los
derechos humanos durante su
gobierno que hacen posible que
sea extraditado a su país para
que sea juzgado por cada uno de
los cargos.
En una compleja sentencia de 55
páginas, la alta funcionaria
judicial examina uno a uno los
doce cuadernos de cargos
enviados por el Estado peruano
para solicitar la extradición
del ex mandatario y considera
que en la mayoría de los casos
se cumplen todos los requisitos
necesarios para acceder a la
extradición. En círculos
judiciales, sorprendió el
dictamen de la Fiscal, ya que se
esperaba que la extradición
fuera concedida sólo por delitos
de derechos humanos y algunos
casos de corrupción, pero no por
casi la totalidad de los
cuadernos que se solicitó.
La Amnistía Internacional acogió
la decisión de la fiscal
Mónica Maldonado con gran
satisfacción. Según la entidad,
si por alguna razón no fuera
posible realizar la extradición,
Chile tiene la obligación
de investigar a Fujimori
y, si hubiera suficientes
pruebas admisibles, de
enjuiciarlo conforme a las
debidas garantías procésales. La
organización documentó miles de
casos en los que las fuerzas de
seguridad cometieron violaciones
de los derechos humanos.
Entre otras, hubo ejecuciones
extrajudiciales, desapariciones
forzadas, tortura, malos tratos,
amenazas de muerte,
hostigamiento, detenciones
arbitrarias y juicios injustos.
En comunicado, la entidad señaló
que, "junto con otras
organizaciones de derechos
humanos chilenas y peruanas,
lleva años haciendo campaña para
evitar que Alberto Fujimori
evada la justicia y para
garantizar el derecho de las
víctimas y sus familiares a la
verdad, la justicia y a una
reparación plena que incluya
restitución, indemnización,
rehabilitación, satisfacción y
garantías de no repetición".
Adital
12 de junio de
2007
Imágen: milenio.com