La Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (ALDHU) calificó hoy de "trascendental" el informe sobre casos de tortura en Chile y auguró que los juicios contra quienes cometieron esos crímenes durante la dictadura de Augusto Pinochet están ahora más cerca.

El secretario de la ALDHU, el chileno Juan de Dios Parra, dijo que el informe "devuelve la dignidad a las víctimas del terrorismo de Estado" y ratifica ante el mundo que se cometieron los crímenes imputados al régimen militar.

"El Gobierno de Chile ha dado un nuevo y trascendental paso en el esclarecimiento de la verdad acerca de los crímenes contra la humanidad cometidos durante la dictadura militar de Augusto Pinochet", señaló el directivo de ALDHU, una organización que tiene su sede permanente en Quito. Agregó que "este informe da cuenta de los atroces procedimientos utilizados por los militares y civiles que sometieron a tormentos a los prisioneros políticos en Chile".

Deploró, sobre todo, aquellos "métodos de increíble crueldad como agresiones sexuales, ataques con animales, inyecciones con ácido, colgaduras, descargas eléctricas, desmembrado de extremidades y otros, que fueron infringidos a hombres, mujeres, madres gestantes y hasta niños".

Parra, tras retirar la importancia histórica del informe, señaló que "favorecerá el juzgamiento de los militares y civiles que propiciaron, ejecutaron, o encubrieron estos crímenes contra la humanidad".

Añadió que "la mejor reparación" para las víctimas es la justicia, aunque aseguró que "más allá de las compensaciones materiales establecidas por el Gobierno, los familiares de las víctimas mantienen su derecho a demandar indemnizaciones ante los tribunales chilenos o ante las instancias internacionales pertinentes".

Las indemnizaciones, aclaró Parra, "deberán ser pagadas por los responsables directos de estos crímenes o por el propio Estado".

La ALDHU, finalmente, consideró que "el paso dado por el Gobierno chileno, devuelve la dignidad a las víctimas del terrorismo de Estado y hace honor al propósito del presidente de Chile, Ricardo Lagos, en el sentido de que para que no vuelvan a ocurrir estas atrocidades, no se debe negar que existieron".

EFE

30 de noviembre de 2004