Concluye el Foro Mundial de las Migraciones apostando por la
libre circulación de las personas. Tres días de intensos
debates. Ideas que iban y venían de cómo aportar –desde los
movimientos sociales– soluciones para la realidad migratoria
global. Una apuesta: la “ciudadanía universal” y una
política migratoria “justa” que sea asumida desde los
Estados y que recuerde el derecho que tienen las personas a
movilizarse libremente.
Así se desprende de las conclusiones de la última jornada (el
pasado sábado) del II Foro Social Mundial de las Migraciones
(FSMM), que tuvo lugar en la localidad madrileña de Rivas
Vaciamadrid, y que finalizó con la Asamblea de Movimientos
Sociales, formada por más de 800 organizaciones provenientes
de 84 países.
“Las políticas migratorias no pueden estar al margen de los
Derechos Humanos; éstos son patrimonio común de la humanidad
y se debe asegurar su interdependencia, integralidad y
universalidad”, asegura el documento final de la Asamblea,
denominado Declaración de Rivas.
Convencidos de que “otro mundo es posible, necesario y
urgente”, los asistentes al Foro acordaron dar continuidad a
las acciones acordadas en la Asamblea, entre ellas la de
realizar una movilización mundial anual, así como preparar
la próxima reunión del FSMM en Nairobi .
Justicia para África
Durante la clausura del evento, la presidenta del Foro Social
de África de 2006 y ex ministra de Cultura malí, Aminata
Traore, hizo una “petición de justicia” para quienes llegan
al continente europeo desde África.
"Lo que estos 'invasores' africanos necesitan es justicia",
reivindicó Traore en un discurso cargado de indignación y
recordó que los miembros de la Unión Europea (UE) exigen a
los países del continente negro políticas al servicio de sus
intereses. Aludió a su responsabilidad en la "destrucción"
de su tejido social.
"Hay que comprender la situación de la que parten las
personas que llegan por el desierto a Ceuta y Melilla. Se
está explicando la inmigración africana en términos de
pobreza", dijo Traore, quien estuvo acompañada por Demetrio
Valentini, presidente de la Comisión Pastoral de los
Migrantes de la Conferencia Episcopal Brasileña, por el
alcalde de Rivas Vaciamadrid, José Masa, Ignacio Díaz de
Aguilar y por Enrique Santiago, presidente y secretario
general de la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR).
La militante africana acusó a los gobiernos europeos de
negarse a realizar un diagnóstico de las relaciones
económicas que se establecen con el continente africano.
"Estamos profundamente impactados por la mala voluntad
política de Europa y la estigmatización que está haciendo de
los africanos. Los criminales no vienen aquí, están en los
hoteles de lujo de nuestros países", manifestó.
Libre circulación
El foro, que mantuvo como premisa que el desarrollo global
debe ser asumido por los Estados y organismos multilaterales
con la participación de la ciudadanía, exigió a las grandes
instituciones sociales garantizar los derechos humanos de
todos los ciudadanos, más allá de su situación
administrativa y en todas las etapas de los procesos
migratorios.
El secretario general de CEAR, Enrique Santiago, consideró
como “necesario” que las conclusiones de la Declaración de
Rivas sean puestas en práctica, pues “lo que no puede ser es
que se haga un foro, se hagan conclusiones y luego no sirva
para nada”.
Exigen, por ejemplo, la firma, ratificación y puesta en
práctica de la Convención Internacional para los Derechos de
los Trabajadores Migrantes y sus Familias, del Convenio 143
de la Organización Internacional del Trabajo sobre las y los
trabajadores migrantes y el Convenio 49 contra el Tráfico de
Seres Humanos.
Santiago recalcó "el contexto de una globalización neoliberal
que expulsa a las personas de sus países" y que, en su
opinión, las políticas migratorias no pueden estar al margen
de los derechos humanos. "No es una cuestión ética, es un
compromiso", dijo en alusión a los convenios ratificados por
España.
Redacción Canal
Solidario
5 de julio de 2006
FOTO:
pliegosdeopinion.net