"La
verdad es. La historia, puede ser". Enmarcado en esta
máxima, el periodista de LA REPUBLICA Roger Rodríguez fue
homenajeado ayer
por
varias organizaciones latinoamericanas defensoras de los
Derechos Humanos, por su aporte al esclarecimiento de las
violaciones cometidas durante la dictadura militar.
El acto se desarrolló en el edificio Artigas del Palacio
Legislativo y fue organizado por el Celadi (Centro
Latinoamericano de Investigación), el Movimiento de Justicia
y Derechos Humanos de Brasil y la organización sindical Rel-UITA.
El plato fuerte del homenaje fue la conferencia brindada por
el luchador social brasileño Jair Lima Krischke, que relató
una serie de hechos y anécdotas que tenían a Rodríguez como
protagonista de lo acontecido.
Krischke hizo en sus pasajes, referencias al tratamiento que
los medios masivos de comunicación de Brasil conceden al
tema desaparecidos. Refiriéndose a Brasil, el visitante
cuestionó que los aspectos que determinaron las violaciones
a los Derechos Humanos "en la dictadura más larga que tuvo
el continente" haya desaparecido de los medios
periodísticos. "Es más dijo- el presidente Lula lleva tres
años de gobierno y jamás recibió a ninguna organización de
familiares de detenidos desaparecidos".
Krischke denunció que la prensa ya no recoge o vierte
información sobre las violaciones a los Derechos Humanos
cometidos en la pasada dictadura en Brasil. Exhortó a que
los periodistas no dejen de informar e investigar sobre lo
acontecido en los años de la represión.
"Si
no se publica, no pasó"
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Roger
Rodríguez y Jair Krischke |
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El periodista e investigador Roger Rodríguez, tras recibir el
reconocimiento de las organizaciones sociales allí
presentes, relató sucintamente sus años de investigación que
lo ubican como un referente en materia de esclarecimientos
de algunos casos de detenidos desaparecidos. Los trabajos de
Rodríguez fueron entre otras cosas- determinantes para dar
con el paradero de Simón Riquelo, hijo de Sara Méndez.
El periodista hizo hincapié en lo que él llamó "el ninguneo"
tanto de la Comisión para la Paz como de la mayoría de los
medios de comunicación que durante años decididamente
ignoraron y no recogieron los frutos de sus trabajos de
investigación, como el realizado por otros tantos
trabajadores de la prensa comprometidos con la verdad.
Rodríguez también fustigó el silencio que los protagonistas
de los hechos ocurridos durante la dictadura militar en
nuestro país han venido sosteniendo sobre lo ocurrido. No
obstante, el periodista entiende que el informe de la Fuerza
Aérea sobre el segundo vuelo de la muerte, "implicó la
ruptura del pacto de silencio que se había establecido".
"Si bien (el comandante de la Fuerza Aérea Enrique) Bonelli
fue el copiloto del primer vuelo de la muerte, Malaquín fue
el copiloto del segundo vuelo", aseguró Rodríguez.
El periodista advirtió que seguirá investigando y trabajando
por la verdad, "porque lo he asumido como un compromiso el
esclarecimiento de lo que aquí ocurrió".
En el acto también hicieron uso de la palabra la presidenta
de la Cámara de Diputados, Nora Castro y el ex legislador
Oscar López Balestra.
Rodríguez recibió dos reconocimientos. Uno, de los
organizadores del acto, una estatuilla creada por el artista
uruguayo residente en Porto Alegre Mario Clavera.
La segunda no esperada, a juzgar por lo sorpresivo y emotivo,
entregada por la propia Sara Méndez. Una recreación
simbólica de la labor del periodista: una figura tallada en
madera de un individuo cargando dos maletas luego de subir
unas escaleras y con un largo trecho aún por recorrer.
La
República
26 de
setiembre de 2005
Fotos: Lucía
Iglesias.