Estuvo en Montevideo Jair Krischke, consejero del Movimiento
de Justicia y Derechos Humanos de Brasil, un hombre que
ayudó mucho a los uruguayos en la época de la dictadura. En
su estadía en nuestra capital ofreció una conferencia en el
Edificio Anexo del Palacio Legislativo sobre “El periodismo
garante del Derecho a la Verdad”, en la que participaron
periodistas y representantes de organizaciones de DDHH de
nuestro país. A continuación transcribimos parte de los
conceptos vertidos en la oportunidad por este activista
brasileño.
“Jesucristo dijo: la verdad los hará libres. Hace dos mil
años que esto está escrito en los Evangelios. Para los
cristianos tenemos ahí una propuesta, ‘La verdad nos
liberará’. Y para los que no son cristianos, Lenin dijo: “La
verdad siempre es revolucionaria”. Entonces tenemos dos
posiciones que al fin y al cabo se cruzan.
La búsqueda constante de la verdad tiene que ver con el
quehacer diario de los periodistas. Esto es natural en su
labor, la búsqueda de la verdad, y es difícil. A veces uno
hace un trabajo infernal que no resulta en nada, pero hay
que reempezar una y otra vez.
El gran poeta Juan Gelman, en su lucha tenaz y fuerte
buscando a su nieta -que por suerte la encontró-, y ahora
buscando los restos mortales de su nuera, tiene méritos
impresionantes, es muy importante lo que hizo y lo que sigue
haciendo.
La lucha de mi querida amiga Sara Méndez, esta lucha
enloquecida de ternura y de amor -disculpen, me emociono
porque la conozco y sé de su lucha-, todo eso fue y sigue
siendo importante, como lo es la lucha de los Familiares -y
me acuerdo de Tota Quinteros, que ya no está más entre
nosotros-. Recuerdo que en el año ’80 Naciones Unidas quería
tomar declaraciones de los familiares de los uruguayos
desaparecidos, pero la dictadura uruguaya no permitió el
ingreso a Uruguay de la Comisión de Derechos Humanos para
tomar esos testimonios.
Estaba al frente de esta actuación un abogado argentino que
me buscó en Porto Alegre y me dijo: ¿qué te parece si los
familiares uruguayos vienen a Porto Alegre y ustedes toman
las declaraciones para enviarlas a Naciones Unidas?
Inmediatamente nos pusimos a disposición.
No existía Madres y Familiares, recuerdo que llegaron estas
pobres madres en dos ómnibus y las pusimos en una casa de
los jesuitas. Muchas no se conocían entre sí. Había una
situación de expectativa y la cosa empezó a marchar, tomamos
las declaraciones y junto con el Colegio de Abogados de
Brasil reunimos todas esas declaraciones y las enviamos a
Naciones Unidas. Fue -me parece- uno de los primeros hechos
en este camino de búsqueda.
¡Qué valor extraordinario el de estas mujeres! Sus idas y
venidas a Buenos Aires para buscar información, estas luchas
cotidianas, buscando la verdad. Esta palabrita tan chiquita
pero tan fundamental y tan importante, y esta búsqueda de la
verdad, este quehacer, no pertenece sólo a los Familiares.
Nosotros siempre decíamos que si una sola persona tiene sus
derechos violados, toda la humanidad fue violada en sus
derechos.
Entonces este es un tema que no es de un familiar sino
colectivo, es de toda la sociedad, de la sociedad uruguaya,
de la sociedad argentina y de la sociedad chilena,
paraguaya, brasileña, de todos nuestros países que vivieron
estas noches oscuras y tenebrosas.
Me acuerdo que con inmensa dificultad algunos periodistas de
acá de Uruguay, cada vez que veníamos estaban siempre
dispuestos, poniendo en riesgo su libertad y hasta su vida,
y hacían sus tareas.
Un periodismo resistente, de inmenso valor y ahí teníamos al
compañero Roger Rodríguez -lo recuerdo jovencito, inquieto,
como sigue siendo hasta ahora-, y con esta inquietud siempre
haciendo cosas, y con él otros más.
El periodista Roger Rodríguez recibió durante esta actividad
un reconocimiento por su labor en pro de la búsqueda de la
verdad.
Hernán Salina
La
Juventud
29 de
setiembre de 2005