Jair Krischke advirtió para

“no cometer los mismos errores”

La Juventud reseñó una primera parte de lo que fuera la conferencia brindada por el brasileño Jair Krischke esta semana en el edificio anexo del Palacio Legislativo. Vale la pena ir ahora a otro pasaje de sus palabras, donde el veterano luchador por los derechos humanos opinó sobre la democracia, la Ley de Caducidad y las leyes similares de la región, y el capítulo poco conocido de la política del gobierno de Lula en materia de derechos humanos y Fuerzas Armadas, que lleva a Krischke a decir que conociendo ese aspecto del gobierno del Partido de los Trabajadores, lo que vino luego sobre la corrupción ya no le sorprendió tanto.

 

Consejero del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Brasil, activista por los derechos humanos y jurista de prestigio internacional, Jair Krischke tiene una relación desde épocas de la dictadura con los familiares de detenidos desaparecidos de nuestro país y con uruguayos que se refugiaron en la nación norteña. Así lo demostraban los saludos afectuosos al visitante en la conferencia que realizó en la sala 15 del anexo del Parlamento, donde pudimos reconocer a Sara Méndez, Luisa Cuesta y Luz Ibarburu, de Familiares de Detenidos Desaparecidos. También presenciaron conferencia la doctora Hebe Martínez Burlé –abogada denunciante en varios casos sobre violaciones a los derechos humanos en la dictadura-, integrantes del Servicio Paz y Justicia, Raúl Olivera y Eduardo “Lalo” Fernández del PIT-CNT, y el diputado encuentrista Guillermo Chiflet.

 

Acompañado por el ex vicepresidente de la Cámara de Diputados Oscar López Balestra, en varios tramos de su exposición Jair Krischke se emocionó, resaltando la dura lucha de los familiares de los desaparecidos y un episodio de una ofrenda floral ante el mausoleo de Artigas en plena dictadura, impulsada por el jurista brasileño y una delegación de parlamentarios latinoamericanos que congregó espontáneamente a centenares de transeúntes en la Plaza Independencia que culminaron el hecho entonando el Himno Nacional.

 

Al entregar un reconocimiento al periodista Roger Rodríguez, Krischke resaltó igualmente el papel de los comunicadores que tanto en la dictadura como en la actualidad han contribuido a difundir y mantener en el orden del día estos temas.

 

Los subtítulos del tramo de la conferencia del abogado brasileño que transcribimos a continuación son de nuestra redacción.

 

¿Para qué sirve esta democracia?

 

El pueblo, que logró reconquistar la democracia tiene todo el derecho de ser inmensamente exigente con esta democracia. Si no –especialmente atención a los jóvenes- cabe la pregunta: ¿para qué sirve esta democracia sino para decirnos lo que pasó, dónde están los restos mortales de los desaparecidos, quién tiene que ver con esto, quiénes son los responsables?

 

Y no me vengan con que acá hay una Ley de Caducidad... Señores, yo tengo que reconocerlo: ningún otro país hizo algo tan impresionantemente bien hecho para tapar este tema. Lo que hicieron en Argentina ya se borró, la Suprema Corte argentina dice que era inconstitucional, el Parlamento también dijo que no. En Brasil hicieron una ley de amnistía, y es inmensamente discutible porque amnistió un lado solamente, el otro no. En Chile lo mismo.

 

Pero acá en Uruguay esta caducidad del derecho del Estado, esto jurídicamente es de una elaboración maquiavélica. Y se olvidan de que está el artículo cuarto, que dice que se tiene que investigar. Entonces, que se cumpla la ley, y después vamos a discutir el tema más profundamente. Ustedes tienen acá juristas extraordinarios, excelentes, que tienen ya una argumentación muy buena sobre que esta Ley de Caducidad es contraria a la Convención Americana sobre Desapariciones. Ya leí un trabajo muy bueno.

 

No tocar archivos

 

Quiero especialmente contarles lo que pasa en mi país, Brasil, y los errores que cometimos nosotros y estamos pagando un alto precio. En Brasil, después de varios gobiernos que fueron elegidos por el pueblo y que nunca hicieron absolutamente nada para abrir los archivos, se eligió a Lula da Silva. 53 millones de votos. ¿Ustedes se dan cuenta? 53 millones de votos.

 

Cuando se estaba terminando el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, el Diario Oficial de la Nación, del 30 de diciembre (de 2002) publica un decreto alterando una ley de Collor de Mello. Una ley que es una copia de la ley americana de clasificación y desclasificación de documentos. Una ley que dice claramente: un documento para ser desclasificado como ultrasecreto es responsabilidad única del Presidente de la Nación. Para clasificar un documento como secreto, tiene que tener status de Ministro. Un documento ultrasecreto no se puede dar a conocer antes de 50 años, y se puede renovar por otros 50. Secretos, 30 años, renovables por otros 30.

 

Fernando Henrique firma entonces un decreto inconstitucional, porque cambiaba la ley, en verdad arremetiendo para no tener nunca más la posibilidad de examinar los documentos. Me llamó la atención. Y ¿saben lo que pasó? En verdad, Fernando Henrique firma este decreto porque Lula lo pidió, porque ya había empezado a hacer acuerdos con los militares.

 

Asciende Lula. Sigue la cosa. Hacía 30 años que había una causa en la Justicia Federal de Brasil que trataba el tema de Araguaia, una guerrilla que hubo en Brasil en la región amazónica, donde los señores militares brasileños mataron a 62 personas. Hombres y mujeres. Las mataron y desaparecieron sus cadáveres.

 

Treinta años después una señora jueza federal de Brasilia firma un fallo diciendo que el Ejército tiene que abrir los archivos de la guerrilla de Araguaia, solamente esto. ¿Qué hace nuestro Presidente? Manda al abogado general de la Nación ingresar un recurso para no abrirlos. La presión de los familiares entonces empieza, ahí se dan cuenta de que está pasando algo raro y se empiezan a mover. Lula crea una comisión multiministerial (Ministerios de Justicia, Relaciones Exteriores, Defensa) para examinar los documentos y reclasificarlos. Ahí estamos frente a una violación de la ley. ¿Cómo se puede reclasificar lo que ya estaba clasificado? Pero además de esto, formada esta comisión nunca más se trató el tema.

 

Guerrilleros condecorados por militares

 

El años pasado, el 22 de agosto, Día del Soldado en Brasil, el hasta hace pocos días Presidente Nacional del Partido de los Trabajadores, José Genoíno -¡guerrillero de Araguaia, un guerrillero preso, uno de los raros sobrevivientes!-, recibe del Ejército Brasileño la Medalla del Pacificador.

 

Si en Brasil uno tiene dudas acerca de si Fulano o Mengano fue o no torturador, la manera fácil de solucionar el tema es saber si tiene la Medalla del Pacificador, ¡porque si la tiene fue un torturador!

 

Es tan impresionante que un mayor y un coronel, que destruyeron la guerrilla de Araguaia, los que la terminaron, los que mataron, tienen esta medalla. Es una contradicción brutal. El Presidente Nacional del PT la recibe frente al predio del Comando del Ejército, con bombos y platillos.

 

Entonces comenzamos a entender de qué se trataba. Estos escándalos de corrupción que pasan ahora ya no nos sorprendieron.

 

En momentos en que los familiares estaban presionando de una manera muy fuerte –porque además Lula está cumpliendo tres años de gobierno y no recibió a los familiares hasta hoy- un general, Jorge Armando Félix, el jefe del Gabinete de Seguridad da una entrevista a la prensa, y un diario de Montevideo lo publicó, diciendo “No conviene abrir los archivos. Hay mucha información que va a causar problemas”.

 

Le pregunta el periodista: “¿Qué tipo de problemas?”. “No, porque algunos eran maricones, otros traicionaban a su mujer, otros estaban comprometidos con robos y estafas, entonces no hace falta, esto va a crear problemas”... ¡Por favor! ¡Esto es un insulto! ¡Esto no es serio! Yo esperaba al otro día leer en los diarios que Lula había decidido poner en la calle a este general. Sigue a su lado. Sigue igual.

 

Hernán Salina

La Juventud

29 de setiembre de 2005

 

 

 

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