La resolución fue adoptada por el juez especial
Alejandro Solís, que acusó y condenó a Corbalán como autor
del asesinato del militante del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR) Lisandro Sandoval Torres, ocurrido en
agosto de 1981.
Por este caso, el ex agente del organismo represor de
la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) fue procesado
por el magistrado en octubre del año pasado.
Según el Informe Rettig, que documentó las violaciones
a los derechos humanos durante la dictadura, Sandoval, de 26
años y buzo de profesión, fue asesinado el 17 de agosto de
1981 por agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI)
en el centro de Santiago.
Corbalán está actualmente preso en la cárcel especial
de Punta Peuco, a 30 kilómetros al norte de Santiago, donde
cumple una condena a cadena perpetua por el asesinato, en
septiembre de 1983, del carpintero Juan Alegría, perpetrado
para encubrir el homicidio del líder sindical Tucapel
Jiménez, ocurrido el 25 de febrero de 1982.
El carpintero fue encontrado muerto en su casa con
ambas muñecas seccionadas y a su lado una carta en la que el
hombre explicaba que se suicidaba a causa de los
remordimientos que sentía por haber matado al sindicalista,
pero el montaje quedó al descubierto casi de inmediato.
Tucapel Jiménez, líder de los empleados públicos
chilenos, fue secuestrado y asesinado en febrero de 1982,
cuando trabajaba para reorganizar el movimiento sindical
chileno y articular la resistencia civil contra la
dictadura.
Corbalán está involucrado en una treintena de procesos
por violaciones a los derechos humanos perpetrados bajo el
régimen militar que dejó más de 3.000 víctimas, entre ellas,
1.197 detenidos desaparecidos.
EFE
3 de mayo de 2004