A falta de una investigación oficial sobre lo que sucedió
en la matanza de Curuguaty, esta región se ha convertido en una zona emblemática
a donde llegan visitas nacionales e internacionales buscando noticias.
Corre con
insistencia el rumor de que la matanza la comenzaron francotiradores
especializados y escondidos, que ejecutaron a policías y campesinos. Inclusive,
hay quienes afirman que se les disparó desde el helicóptero que estuvo
sobrevolando el lugar. Por eso nos admira que nada se diga de las dos clases
de balas que deberían haber hallado en los cadáveres.
Demasiadas
cosas se ocultan en un hecho que primero debió haber ido a la justicia penal y,
luego, si hubiera sentencia condenatoria, ser usado como argumento para el
juicio político.
Siguen presos diez campesinos
Y se habla de torturas
Se ha
conseguido la liberación de dos jóvenes gracias a una gran movilización de sus
compañeros. Hay orden de captura para 54 campesinos. Se les amenaza con condenas
de 25 años. Una falta más de la prolijidad con que se lleva este asunto.
¡Existen acusaciones sobre la presencia de francotiradores y ya hablan de
sentencias de 25 años para los campesinos!
Y lo más
curioso es el giro político que se está viendo. Por ejemplo, apenas el pasado 16
de julio el ex diputado por Canindeyú Julio Colman, atacó groseramente a
los campesinos en declaraciones que brindó a la televisión. Ahora, sin embargo,
se ha puesto a favor de ellos, ¿por motivos electoralistas?
Los partidos
políticos tradicionales ahora también los apoyan. Así dan la impresión de que ni
ellos mismos se creen este argumento contra Lugo en el juicio político. O
si se lo creen, piensan que “todo vale en política eleccionaria”. Lo cual no
dice nada bueno de ellos.
Lo único
serio y sólido son los tres puntos de la plataforma de lucha de los campesinos:
liberación de todos los presos, indemnización a las víctimas y recuperación
de la tierra.
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