Apenas me
senté junto al taxista -seguramente me reconoció- me saludó con estas palabras:
“Estoy preocupado por el Frente Guazú. No acaba de decidirse. Y lo mismo que yo
piensan mis compañeros de parada”. Creo que debo compartir esa conversación por
medio de este artículo.
Nos preocupa la falta de unidad que
parece haber. Pasan los días y no se ponen de acuerdo.
¿Falta de generosidad de los que ya
estuvieron en el poder y que a toda costa quieren “el rekuku”? Esto significaría
muchas cosas, pero sobre todo repetir el clásico egoísmo político de los dos
partidos tradicionales, y no haber caído en la cuenta de que ahora es la ocasión
para atraer a tantos compatriotas valiosos a los cuales la politiquería ha
colocado siempre fuera.
Insistimos en las cualidades de
quienes deberían entrar como candidatos del Frente Guazú: honestidad
probada en todos los campos de la vida, méritos profesionales adecuados para
ocupar los principales cargos, compromiso garantizado de entrega desinteresada
al Paraguay y capacidad para trabajar en equipo.
Es curiosa y digna de admiración la
madurez del taxista: “No se tienen que pasar discutiendo la mayor parte del
tiempo sobre quién va a ser el candidato a Presidente.
Más importante es hacer una lista
sábana cerrada, ya que ésta es obligatoria, y que sea ‘limpia’ en senadores y
diputados, sin ningún corrupto sea quien fuera. Somos una democracia
parlamentaria y es el Parlamento el que tiene mayor poder en el Paraguay.
Solamente así le ganaremos a las
listas llenas de ‘hombres y mujeres escombro’ de los partidos tradicionales”.
Hablamos mucho y largo. Al llegar a
Radio Fe y Alegría propuse este tema para el programa de dos horas del sábado.
Llamaron muchas personas por
teléfono desde las 7 de la mañana, apoyando, ampliando y profundizando todo lo
que me dijo el taxista.
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