Los sicarios existieron y existen en muchos países, aunque a medida que se
instauraba el Estado de Derecho fueron desapareciendo. Lamentablemente, en
nuestro Paraguay todavía encuentran trabajo muy bien pagado… y con impunidad
asegurada. ¿Está débil el Estado de Derecho entre nosotros?
De los más de 100
campesinos asesinados una buena cantidad fue muerta por sicarios.
En Curuguaty,
presuntamente fueron ellos quienes desencadenaron y llevaron a cabo la masacre.
Y el pasado sábado 1 de diciembre dos de ellos mataron al líder campesino
Vidal Vega.
Los sicarios aparecen,
hacen su trabajo y se los traga la noche. Ante cada uno de sus “fracasos” la
Policía caratula el crimen como “ajuste de cuentas”, como si siempre se
tratara de narcotráfico. Y cuando la motivación política es demasiado
evidente, calla o dice que fue un crimen pasional.
Sicario viene de “sica”,
que es una daga pequeña y fácil de esconder para apuñalar a alguien.
Modernamente, “sicario” es el que asesina por encargo. |
Pareciera que la Policía
nunca se pregunta a quién favorece ese crimen para buscar una pista por ese
lado. Tal vez tenga miedo a encontrarse con los que tienen el poder político o
económico, y eso es… peligroso…
Sicario viene de “sica”,
que es una daga pequeña y fácil de esconder para apuñalar a alguien.
Modernamente, “sicario” es el que asesina por encargo.
La influencia de estos
delincuentes no está sólo en el número de muertes que ocasionan, sino también en
el miedo que provocan al sentirse uno en manos de una élite poderosa e impune,
que tiene el poder y la plata suficientes para lograr sus propósitos de
cualquier forma.
A la luz de los hechos, se
llega a la peligrosa conclusión de que el sicario forma parte de la acción
política de sectores poderosos en complicidad con el sistema penal del Estado
(policial y judicial) como mecanismo de mantener el status quo.
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