El Comité Noruego Nobel otorgó el pasado 8 de octubre el
Premio Nobel de la Paz a la activista keniana Wangari
Maathai, actual viceministra de Medioambiente de su país,
por su contribución al desarrollo sostenible, la democracia
y la paz.
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EFE |
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"La paz en la
tierra depende de nuestra capacidad para asegurar el
medioambiente. Maathai se sitúa al frente de la lucha en la
promoción del desarrollo económico, cultural y
ecológicamente viable en Kenia y en África", argumentó el
Comité Nobel.
La galardonada,
prosiguió el Comité, "tiene una visión global del desarrollo
sostenible que abraza la democracia, los derechos humanos y
en particular los derechos de la mujer. Piensa de forma
global y actúa a nivel local".
Nacida en 1940 y
madre de tres hijos Maathai fue una la primera mujer de
África occidental que logró un doctorado universitario -en
Biología-, la primera profesora en Anatomía veterinaria y
primera decana de su facultad, en la Universidad de Nairobi.
"Será también la
primera mujer de África que recibe el Premio Nobel de la Paz
y la primera africana del vasto territorio que va de
Suráfrica a Egipto que es galardonada con el premio",
subrayó el Comité Nobel al anunciar el premio.
Maathai es
fundadora del movimiento Cinturón Verde, programa que
combina desarrollo comunitario y protección medioambiental
-el más exitoso del mundo- y propaga entre los miles de
miles de kenianos que viven en situación de pobreza la
simple idea de que plantar árboles mejorará sus vidas, la de
sus hijos y nietos.
Ese movimiento,
integrado especialmente por mujeres -"No podemos esperar
sentadas a ver cómo se mueren nuestros hijos de hambre",
repetía Maathai-, ha logrado plantar desde sus inicios a
finales de los años setenta unos 30 millones de árboles y
creado 5.000 guarderías.
Maathai, destaca
el Comité Nobel, "representa un ejemplo y una fuerza de
inspiración para todo aquél en Africa que luche por el
desarrollo, la democracia y la paz".
Recuerda, además
que la premiada, combatió con coraje la opresión en Kenia y
que sus "formas de acción contribuyeron a llamar la atención
nacional e internacional sobre la opresión política.
Defensora de la
condonación de la deuda externa del Tercer Mundo, Maathai
fue siempre una decidida opositora del régimen dictatorial
de Daniel Arap Moi, lo que le valió en repetidas ocasiones
la cárcel y otros tantos llamamientos pidiendo su liberación
de Amnistía Internacional.
Los miembros del
Comité Nobel valoraron del quehacer de Maathai que, en su
actuación, "combine ciencia, compromiso social y política
activa", y que "más que ocuparse de la simple protección del
entorno su estrategia sea asegurar las bases del desarrollo
ecológico sostenible".
"Todos hemos sido
testigos de cómo la deforestación de los bosques llevó a la
deforestación en África y amenaza a otras muchas regiones
del mundo, incluido Europa. Proteger los bosques contra la
desertización es un factor vital en los esfuerzos por
reforzar el medioambiente en nuestra Tierra", explicó el
Comité.
Añadió que "a
través de la educación, la planificación familiar, nutrición
y lucha contra la corrupción, el Movimiento Cinturón Verde
ha abierto caminos para el desarrollo desde abajo".
"Creemos que
Maathai es una fuerte voz que habla por las mejores fuerzas
en África en la promoción de la paz y por unas mejores
condiciones de vida en el continente", destaca el Comité
Nobel.
El galardón está
dotado con 1,1 millones de euros y se entrega el 10 de
diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel.
En una primera
declaración a la cadena noruega de televisión "TV2", la
galardonada adelantó que la mayor parte de ese dinero se
destinará al trabajo en favor del medioambiente.
"Sabía que nuestro
trabajo era importante, pero nunca hubiera soñado con que
recibiría tal reconocimiento", dijo.
EFE
11 de octubre
de 2004