Como prólogo de la
concentración que se realizará hoy, en el Obelisco se
proyectó ayer el testimonio de Jorge Julio López y se
realizaron múltiples cortes en La Plata en reclamo de la
aparición del testigo.
La cara, la voz, los gestos del hombre más buscado del país
aparecieron ayer en una de las paredes del Obelisco. El
video que registró la declaración de Jorge Julio López,
que sirvió para encarcelar al genocida Miguel
Etchecolatz, no fue lo único que sorprendió a los
transeúntes: al rato apareció un militar guiando a un
encapuchado por la calle, mientras insultaba a los
curiosos. Muy cerca suyo un pingüino, que buscaba con
una linterna debajo de los autos, completaba la parodia.
Por otro lado, los numerosos cortes en distintos puntos
de La Plata, donde se llevó a cabo el juicio, dieron
cuenta de la magnitud de la movilización que hoy, a dos
meses de su desaparición, unirá, desde las 15, el
Congreso con la Plaza de Mayo, donde las organizaciones
leerán un documento conjunto.
La Jornada Nacional de Lucha y Movilización convocó a
organismos de derechos humanos, agrupaciones sociales,
gremiales y estudiantiles, que desde temprano cortaron
el tránsito en distintas esquinas céntricas y accesos al
casco urbano platense, en reclamo de la aparición con
vida de la víctima, querellante y testigo del caso
Etchecolatz. A las 11, la Agrupación HIJOS y la
Federación Universitaria de La Plata (FULP) se sumaron a
la protesta realizando cortes en la avenida 7 esquina
50. Allí, en pleno microcentro, buscaron llamar la
atención con bombas de estruendo e instalando
altoparlantes para dar a conocer sus reclamos. Pocas
horas después, el Frente Darío Santillán obstaculizó la
bajada local de la Autopista Buenos Aires-La Plata y
otras vías de acceso de localidades como Melchor Romero,
Camino General Belgrano y Güemes (en City Bell). Al
igual que el resto de las organizaciones, exigieron la
nulidad de los indultos y prisión efectiva para los
genocidas de la última dictadura militar. Por su parte,
los trabajadores de Astilleros Río Santiago y militantes
de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) armaron una
barricada de neumáticos en llamas, cortando la bajada
local de la Autopista Buenos Aires-La Plata, ubicada a
la altura de la diagonal 74 y 126.
La consigna de las actividades, convocadas por el colectivo
Encuentro 30 años Memoria, Verdad y Justicia en La
Plata, fue exigir "al Gobierno la aparición con vida ya
de Julio López" y denunciar que "el aparato represivo
sigue impune". El reclamo cruzó el océano: hubo una
movilización de residentes argentinos en Francia frente
a la embajada argentina, organizada por la agrupación
HIJOS y entidades defensoras de los derechos humanos de
ese país. También en Madrid se realizó una concentración
en la Plaza Tirso de Molina, "por la aparición de Jorge
López, protección a testigos y prisión perpetua y
efectiva a todos los responsables del terrorismo de
Estado, cómplices e instigadores", señalaron desde un
comunicado los representantes de la agrupación HIJOS en
España.
Las distintas protestas realizadas en La Plata fueron
levantadas alrededor de las 16, cuando los manifestantes
se desconcentraron para participar de una marcha en el
barrio de Los Hornos, donde fue visto por última vez
este albañil de 77 años, en momentos en que se dirigía a
la audiencia de alegatos del juicio de Etchecolatz, al
que nunca llegó. Ese día, por primera vez desde su
desaparición el 27 de octubre de 1976, López iba a
enfrentarse cara a cara con el represor que encabezó la
patota que lo secuestró por participar de las
actividades barriales de la unidad básica Juan Pablo
Maestre, que respondía a Montoneros. El ex director de
Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la
dictadura fue el primer genocida llevado a juicio luego
de la anulación de las leyes de obediencia debida y
punto final.
"Si Dios y la Virgen nos ayudan, lo vamos a encontrar",
señaló ayer el ministro del Interior, Aníbal Fernández,
quien admitió que la intensa búsqueda de López "es una
cruzada que no tiene fin".
Página 12
18 de
noviembre de 2006
FOTO: infobae.com