La organización humanitaria "Casa
Alianza", sede de Honduras,
dio a conocer que en 2007 fueron
ejecutados más de 500 jóvenes y menores
de edad por grupos de exterminio.
A diario 1,3 jóvenes y menores de edad
son ejecutados arbitrariamente en
Honduras, una de las naciones más
violentas, junto a El Salvador y
Guatemala, de todo el hemisferio
occidental.
Multiplicando la cifra, mensualmente los
asesinados llegan a 42 y en 2007 sumaron
504.
Cifras similares se registraron en años
anteriores y
algunos expertos las consideran "cifras
de guerras".
La espeluznante denuncia fue divulgada
por José Manuel Capellín, de
origen español y director de la
organización humanitaria internacional “Casa
Alianza”, que se dedica a proteger
los derechos humanos de la niñez y
juventud en Latinoamérica, con fondos
privados de Estados Unidos.
Capellín
dijo que lamentaba "profundamente que se
siga en Honduras la nefasta
práctica de ejecuciones y muertes
violentas de niños, niñas y jóvenes”.
Una situación parecida contra este
sector población ocurre en Guatemala,
con un promedio de aproximadamente 50
asesinatos mensuales, y en El Salvador, aunque en ésta
última nación no se lleva un record
exacto de este tipo de homicidios.
El activista humanitario que labora en
Honduras desde hace más de una
década, aseguró que “en
2007 se registraron 504 menores de 23
años de edad ejecutados con
procedimientos similares a los que
usaron grupos de exterminio (o
escuadrones de la muerte) en décadas
pasadas, durante la llamada Guerra Fría”.
Desde que en 1998 se comenzó a registrar
sistemáticamente el fenómeno de las
ejecuciones de menores y jóvenes, al
menos 3 mil 993 niños, niñas y jóvenes
han muerto en nueve años en Honduras,
hasta diciembre de 2007. |
En Honduras, Guatemala y
El Salvador en la década de
1980 actuaron escuadrones de la muerte
de ultra derecha, algunos de los cuales
tenían nexos con los sistemas de
inteligencia de los cuerpos
militarizados de seguridad, así como con
grupos empresariales poderosos que
financiaron la llamada lucha
“antisubversiva o anticomunista”. En
la actualidad el exterminio es contra
jóvenes y menores de edad de barrios
pobres.
Por lo general el “modus operandi” de
los grupos de exterminio de jóvenes en
Centroamérica, también ejecutan a sus
víctimas luego de secuestrarlas y
torturarlas. Posteriormente abandonan
los cadáveres en lugares públicos y con
mensajes de advertencias.
Investigaciones realizadas por la
Fundación para el Estudio y Aplicación
del Derecho (Fespad) aseguran que
al igual que en el pasado, en la
actualidad la brutalidad de los
asesinatos y el aparecimiento de cuerpos
mutilados tienen el objeto de infligir
terror.
Capellín
indicó que
116 de las víctimas, que equivalen al 23
por ciento de los ejecutados, eran
menores de 18 años de edad, asesinados también con disparos a grupos de jóvenes
realizados por desconocidos desde
automóviles en marcha.
“Desde que en 1998 comenzamos a
registrar sistemáticamente el fenómeno
de las ejecuciones de menores y jóvenes,
al menos 3 mil 993 niños, niñas y
jóvenes han muerto en nueve años en
Honduras, hasta diciembre de 2007.
Los patrones de tales muertes son
similares”, reiteró Capellín.
“Los cuerpos de los jóvenes y niños o
niñas aparecen en la orillas de
carreteras, matorrales o en parajes
solitarios con señales de torturas, las
manos atadas atrás y un disparo en la
frente o nuca. La mayoría de las
víctimas pertenecían a comunidades
pobres o zonas marginales”, aseguró
finalmente, al indicar que el objetivo
de los grupos de exterminio es tratar de
frenar la proliferación de pandillas
juveniles, que en Centroamérica
se denominan “maras”, y que están
ligadas a violencia de barrios, venta y
tráfico de drogas, así como extorsiones
masivas contra transportistas y
comerciantes.
En El Salvador recién la policía capturó
en el oriente del país a varios agentes
y ex agentes de la corporación de
seguridad que están siendo
procesados por acusaciones de homicidios
por encargo, o sicariato.
En San Salvador, Juan José Dalton
Tomado de www.contrapunto.com.sv
7 de enero de 2008