En 2005,
la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) registró un
crecimiento del 106% en las muertes como consecuencia de
conflictos agrarios. Sólo en el año que pasó, 64 personas
murieron. En 2004, fueron 31 los casos. Según el informe, la
violencia en el campo tiene diversas caras. Existe la
violencia directa, que expulsa a familias y asesina a
trabajadores. Y otra, que llama poco la atención, pero que
no es menos perversa, que se revela en el sufrimiento y en
las muertes como consecuencia de los conflictos en el campo,
fundamentalmente por la posesión de la tierra.
La
concentración territorial, la no demarcación de las tierras
indígenas y la no realización de la reforma agraria hacen
crecer el número de víctimas, sobre todo niños indígenas,
que murieron por desnutrición o por falta de atención básica
adecuada. También hay denuncias de casos de muerte de
trabajadores, cortadores de caña de azúcar, en San Pablo,
por exceso de trabajo. El año pasado, fueron registradas 13
muertes.
"Mientras que el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y
Abastecimiento (MAPA) y los empresarios del agronegocio
crean todos los obstáculos y dificultades para que se
alteren los índices de productividad de las propiedades,
establecidos desde la década de 1970, se exige un esfuerzo y
una productividad cada vez mayor de los trabajadores. En las
décadas del 70 y del 80 un trabajador en el corte de caña
cortaba en promedio de cinco a ocho toneladas de caña/día,
hoy ese promedio está entre 12 y 15 toneladas", informa la
CPT.
En el
2005, el número de conflictos registrados fue el mayor de
los 21 años desde la publicación Conflictos en el Campo
Brasil. Ocurrieron 1.881 conflictos, mientras que en el
2004, fueron 1.801. Por lo tanto, hubo un crecimiento del
4,4%. Los asesinatos permanecieron inalterados. En 2005
ocurrieron 38. Uno menos que en 2004, en que se registraron
39. Hubo un aumento significativo de familias expulsadas de
la tierra en el 2005: un 42,5% más que en el 2004. El año
pasado fueron expulsadas 4.366 familias. En 2004, 3.063.
El año
pasado, se registró el mayor número de denuncias de
ocurrencia de trabajo esclavo, 276, un 16,9% más que en
2004, en que hubo 236 casos. El número de trabajadores
encontrados en situación de esclavitud llegó a 7.707, un
26,8% mayor que en 2004 (6.075 trabajadores). El número, sin
embargo, es inferior a 2003, cuando se registró el número de
8.385 personas en situación análoga. La cantidad de
trabajadores liberados, 4.585, fue un 42,3% superior al de
2004 (3.221). Número también inferior a 2003, en que fueron
liberados 5.010 trabajadores.
Los
datos además muestran un aumento considerable en el número
de casos de superexplotación e incumplimiento de leyes
laborales, afectando a los asalariados del campo, en un
66,3% mayor. En 2005 fueron registrados 178 casos, en 2004
fueron registradas 107.
Los
datos de 2005, muestran además el crecimiento de un 18,33%
del número de conflictos por el agua (71 ocurrencias) en
relación a 2004, cuando hubo 60 conflictos. Los demás
números sufrieron una caída con especial énfasis en el
número de ocupaciones, 11,8% menor, y en el de campamentos,
40% menor. Esta disminución está ligada directamente, para
la COT, a la tímida política de reforma agraria del actual
gobierno. Las familias se quedan esperando debajo de las
lonas negras el área que les será destinada, pero que nunca
llega.
El
reciente informe confirma lo que la publicación viene
mostrando desde 2003. Relacionando el número de conflictos y
de violencia con los datos de la población rural, estos
números son significativamente mayores en los estados donde
más crece y se expande el agronegocio, regiones Centro-Oeste
y Norte. Mato Grosso aparece con el mayor índice, 6,71,
seguido por Pará, 5,15, y después por Goiás, 2,92, Tocantins,
2,82, Mato Grosso do Sul, 1,89, Roraima, 1,70, Rondonia,
1,48, y Amapá, 0,87. Entre los estados de la región Sur,
Paraná presentó el más alto índice de conflictividad y
violencia, 1,3%, y en el Nordeste, Alagoas presentó el
índice más elevado, 1,02, seguido por Pernambuco, 0,87.
En el
2006, entre los meses de enero a marzo, la CPT registró dos
ocupaciones más que en el mismo período del 2005: 102
ocupaciones en el 2006; 100 ocupaciones, en el 2005. Pero el
número de familias involucradas es considerablemente mayor.
En 2006, 16.109 familias participaron de ocupaciones. El año
anterior fueron 10.092. El registro de asesinatos fue menor
este año. De enero a marzo de 2006 ocurrieron tres
asesinatos. En 2005, en el primer trimestre, ocurrieron 13
muertes.
Adital
21 de
abril de 2006
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