Colombia

Noventa ONG de Colombia critican al presidente Uribe por un aumento en las violaciones de los derechos humanos. Washington amenaza con cortar la ayuda si siguen prácticas como el asesinato por el ejército de tres líderes sindicales.

Noventa organizaciones no gubernamentales de Colombia han puesto en la picota al presidente Álvaro Uribe por preocuparse más de su reelección que de impedir que se violen los derechos humanos. La denuncia coincidió con la acusación de la fiscalía de que tres sindicalistas de Arauca fueron asesinados por el ejército, rebatiendo la versión oficial de que murieron cuando combatían en las filas de la guerrilla.

Al año de criticar a Uribe por encarnar el autoritarismo y el militarismo, noventa ONG que operan en Colombia han publicado el libro "La reelección: el embrujo continúa". El texto denuncia un deterioro en el respeto a los derechos humanos, sociales y económicos; abusos de la fuerza pública por detenciones masivas; amparo de la impunidad; mayor implicación de civiles en el conflicto y una campaña de acoso contra activistas de derechos humanos. Una serie de testimonios aseguran que Uribe tiene como “nueva bandera” su reelección, en vez de comprometerse con el respeto a las libertades fundamentales.

En el libro se documenta el aumento de desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, asesinatos políticos, confinamiento de poblaciones y secuestro de dirigentes políticos. Las ONG responsabilizan a los grupos guerrilleros de seguir con “atentados y secuestros masivos”, y a los paramilitares de extrema derecha de violar un alto el fuego. También critican a Uribe por seguir la “doctrina guerrera” de Bush y destacan que los activistas de derechos humanos están sin protección y son perseguidos y estigmatizados.

El informe dedica especial atención a “la campaña contra el movimiento sindical”. Colombia es, de lejos, el país más peligroso para los sindicalistas. De los 123 asesinatos de líderes sindicales en el 2003 en el mundo, 94 se produjeron en Colombia. Hasta el 25 de agosto de este año, han sido asesinados otros 47 sindicalistas colombianos.

Tres líderes sindicales que habían pedido protección al Gobierno murieron en Arauca el 5 de agosto a manos del ejército. Los militares dijeron que eran guerrilleros que cayeron en un choque armado. Versión refrendada por los más altos mandos políticos. Las ONG sostuvieron que fueron ejecutados. Tras la investigación, la fiscalía denunció el asesinato de los tres dirigentes. El fiscal ordenó la detención de un oficial y dos soldados. El libro es la segunda edición de El embrujo autoritario, editado hace un año y que desató la ira de Uribe hasta tal punto que acusó a las ONG de ser cómplices de la guerrilla y estar al servicio del terrorismo, lo que provocó el repudio de la UE, Amnistía Internacional y Human Rights Watch.

La Vanguardia

15 de setiembre de 2004