Estados Unidos  

Las vacaciones se acabaron...
¿Dónde están nuestros helicópteros?

Michael Moore y una nueva carta abierta a

George W. Bush

 

 

Querido Señor Bush:

¿Tiene usted idea donde están todos nuestros helicópteros? Cinco días después del paso del huracán Katrina y todavía millares de personas siguen atrapadas en Nueva Orleans y necesitando transporte aéreo. ¿A qué lugar de la tierra habrá mandado todos nuestros recursos militares? ¿Necesita usted ayuda para encontrarlos? Una vez yo perdí mi coche en un estacionamiento y no me quiero acordar del mal rato que tuve.

¿Tiene usted, también, alguna idea sobre dónde están todos nuestros soldados encargados de proteger nuestra nación? Porque realmente podríamos usarlos justo ahora para el tipo de tareas para la cual ellos se alistaron, como la ayuda en desastres nacionales. ¿Cómo es que no están allí?
 

 

 Irak - 2003    La tripulación antes de emprender el vuelo hacia Udairi

 


El jueves pasado estaba en el sur de Florida sentado al aire libre mientras que el ojo del huracán Katrina pasó sobre mi cabeza. Era solamente de categoría 1, pero ya era bastante fuerte. Once personas murieron y, a la fecha, todavía hay miles de hogares sin energía eléctrica. Esa noche el meteorólogo dijo que esta tormenta se dirigía hacia Nueva Orleans. ¡Entonces era jueves! ¿Alguien se lo dijo a usted?

Sé que a usted no le gusta interrumpir sus vacaciones y sé que a usted no le gusta oír malas noticias. Además, tenía que ir a ver a sus proveedores de fondos electorales e ignorar y difamar a las madres de los soldados muertos.¡Usted si que las puso en su lugar!

Me gustó, especialmente, como, el día después del huracán, en vez de volar a Luisiana, usted voló a San Diego al partido con sus amigos empresarios y benefactores. No deje que la gente le critique por ello, después de todo, el huracán era muy potente y qué podría hacer usted, ¿poner su dedo en el dique?

Y no escuche a los que, en los próximos días, revelen como usted redujo específicamente los presupuestos para el cuerpo de ejército de ingenieros destacados en Nueva Orleans el pasado verano y por tercer año consecutivo.

Usted les dice que recortó muy poco los recursos para asegurar esos diques, además, estos ingenieros tenían un trabajo mucho más importante de construcción: ¡EL EDIFICIO DE LA DEMOCRACIA EN IRAK!
 


El pasado día 3, cuando usted finalmente terminó sus vacaciones en su rancho, tengo que decir que me conmovió cómo hizo que su piloto de la Fuerza Aérea descendiera de las nubes mientras que volaban sobre Nueva Orleans para que usted pudiera echar un rápido vistazo del desastre.

Vale, yo sé que usted no podría haber parado ahí, coger un megáfono, y entre las ruinas actuar como un comandante en jefe. ¿Para qué? ¡Si ya había estado ahí!

Habrá los que intentarán politizar esta tragedia e intentar utilizarla contra usted. Sólo debe preocuparse de que lo suyos lo desacrediten. No le preste apenas interés. No les responda. Ni siquiera a esos científicos que predijeron que esto sucedería porque el agua en el golfo de México cada vez esta más caliente y más caliente, con lo que una tormenta como esta es inevitable. Ignore su cacareo sobre el cambio del clima. No haga caso a ninguno de ellos. No hay nada inusual en un huracán de fuerza 4 que de lado a lado alcanzaría desde Nueva York a Cleveland.

No, Señor Bush, usted ha estado en su sitio. No es su problema que el treinta por ciento de Nueva Orleans viva en la pobreza o que diez mil personas no tuvieran ningún transporte para salir de ciudad. ¡Así es el mundo, son negros!, esto no tiene nada que ver con lo que sucedió en Kennebunkport1. ¿Puede usted imaginarse lo que es dejar a la gente blanca en sus azoteas por cinco días? ¡No me haga reír! ¡La raza no tiene nada -- NADA - que ver con esto!

¡Siga en lo mismo, Señor Bush. Trate de encontrar unos cuantos de nuestros helicópteros militares y envíelos para allá. Haga como si la gente de Nueva Orleans y de la costa del Golfo fuera de Tikrit.

Afectuosamente suyo, Michael Moore

 

 

8 de setiembre de 2005

 

PD. Esa madre impertinenente, Cindy Sheehan, no es tan importante como su rancho. Ella y las docenas de otros parientes de los muertos iraquíes de la guerra ahora están conduciendo a través del país, parando en muchas ciudades a lo largo de la ruta. Usted quizá pueda unirse a ellas antes de que lleguen a Wasingthon D.C. antes del 21 de septiembre.

 

1 Nota del Traductor: Lugar de veraneo de la familia Bush que también ha sufrido tornados

 

 

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