Bueno fue asistido
durante la declaración testimonial por un policía federal de Brasil -más
allá de sus defensores públicos-, en un hecho "realmente inédito". Ante esta
situación, se suspendió la medida que hoy prosigue ante un juez criminal.
La declaración testimonial
del represor argentino Gustavo Bueno- detenido por Interpol en
Brasil- fue suspendida ayer por el presidente del Tribunal Oral Federal
Nº 1, Otmar Paulucci, quien viajó como parte de una comitiva
compuesta por una fiscal, dos abogadas querellantes y un defensor oficial.
"Suspendimos la medida por la participación policial en la declaración del
testigo, incluso por sobre su defensa, un hecho realmente inédito", explicó
Paulucci a Rosario/12, quien luego de dos jornadas consecutivas de
estar en contacto con el detenido no pudo profundizar en sus dichos de 1984
que permitieron conocer entonces el funcionamiento detallado del aparato
represivo en Rosario. La comitiva denunció maltrato y atropellos de un
efectivo de la policía local, quien aseguró que Bueno tiene calidad
de "refugiado". La declaración continuará hoy ante un juez criminal federal.
"Durante toda la audiencia, los policías se dirigieron en forma agresiva e
intimidatoria hacia la comitiva. Llegaron a manifestarnos que aquí no éramos
nadie, que éramos extranjeros", denunció la abogada de Hijos Ana Oberlin.
El primer juicio contra
represores se trasladó esta semana a la ciudad brasilera Belem do Pará, para
tomar la declaración de Bueno, quien había brindado un testimonio
clave durante los '80 en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Para la realización de esta medida viajó una comisión formada por
Paulucci, junto al secretario Osvaldo Facciano, la fiscal
Mabel Colalongo, las abogadas querellantes Ana Oberlin y
Virginia Blando, además de Germán Artola, como defensor
de los imputados de la causa Guerrieri Amelong. En tanto se sumó en
Belém, la cónsul argentina, María Margarita Ahumada.
"Por decisión del Superior
Tribunal Brasilero, orden emitida por la Ministra Ellen Gracie
(integrante de ese Tribunal), se delegó la realización de la medida en la
Policía Federal de Brasil, pese a que la rogatoria del presidente del
Tribunal Oral 1, solicitaba que se tomara ante un juez con competencia
criminal. La posibilidad de la realización de una medida de estas
características ante la policía está prevista en el Tratado de Cooperación
en Materia Penal Argentina/Brasil", explicó la abogada de
Hijos.
El 30 de noviembre, la
comitiva argentina se presentó en la Policía Federal de Belém do Pará, donde
estaba prevista la realización de la testimonial y donde está actualmente
detenido Bueno. En ese lugar se hallaban presentes la persona que
dirigiría la medida (comisionada al efecto e integrante de la Policía
Federal), el represor Bueno, junto con dos abogadas defensoras
oficiales brasileras -debido a la existencia de un proceso de extradición en
curso por pedido del juez federal rosarino Marcelo Bailaque, en
relación con la causa "Gazzari Barroso"- y un delegado de la
Policía Federal que comanda la custodia de Bueno, Mendes
Filter. También se hallaba presente un efectivo de Interpol.
"Se nos hizo saber en ese
momento que Bueno tiene calidad de refugiado en este país, cuestión
que no fue acreditada, presuntamente debido a que tuvo que escapar de
Argentina por correr riesgo su vida en los años 80", contó la abogada de
Hijos.
Oberlin
afirmó sorprendida que "desde el comienzo de la medida existieron diversas
dificultades, dadas fundamentalmente por la participación e interrupción
continua del delegado de la policía federal, quien le hacía manifestaciones
al testigo y a nosotros. Por ello, en diversas oportunidades solicitamos que
no se le autorizara el uso de la palabra. Ello determinó que el Jefe de la
Delegación también se sumara al acto. Este último, lejos de intervenir ante
la actitud incorrecta del primer oficial, se sumó a las interrupciones,
aconsejando a Bueno que no declarara ante tal o cual pregunta".
En horas de la tarde, el
mismo se interrumpió y se pasó a un cuarto intermedio hasta el día
siguiente. Según informaron miembros de la delegación argentina, "volvieron
a suscitarse distintos inconvenientes". Primero la defensora informó que
Bueno no iba a declarar mas allí, que sólo lo haría ante un juez
criminal, lo que provocó una serie de planteos por parte de la querella y
una advertencia del conflicto internacional que se podía generar.
"En ese momento la
defensora de Bueno, se comunicó con alguien -no sabemos con quién y
volvió al recinto para decirnos que continuemos con la medida. Nosotros,
cansados de esta situación y considerando que no se estaban garantizando las
condiciones necesarias para llevar adelante la medida, definimos retirarnos
del lugar e ir al Juzgado Federal a solicitar que un juez criminal tomara la
audiencia", expresó Oberlin.
"Al llegar al Juzgado
Federal, el trato fue muy distinto. Fuimos recibidos por diferentes
secretarios, quienes estaban al tanto de la situación, debido a la
intervención de las autoridades argentinas aquí", señaló Oberlin,
quien indicó que "finalmente, la testimonial será tomada en el día de mañana
(por el 2 de diciembre) en el Juzgado Federal, ante un juez con competencia
criminal".