El sábado 1
de diciembre a las 8 de la mañana daba por Radio Fe y Alegría la triste noticia
de que el campesino Vidal Vega había sido asesinado en la madrugada en su propia
casa. Varias llamadas telefónicas a Curuguaty me lo confirmaron.
Fue una destrucción de archivo.
Vidal Vega era uno de los mejores informados de lo sucedido en la masacre y
había proporcionado muchos datos a la investigación paralela de la ciudadanía,
cuando el gobierno de facto nada está informando.
Fue asesinado en su casa por dos
sicarios que huyeron. Igual que los sicarios que dispararon armas automáticas en
Curuguaty -se las escucha claramente en una grabación-, matando a 16 personas y
que luego también huyeron.
Vidal Vega era uno de
los miles de campesinos que hay en el Paraguay que llevan años en la
lucha por tener un pedazo de tierra para poder vivir con su familia
y compañeros. |
Vidal Vega
era uno de los miles de campesinos que hay en el Paraguay que llevan años
en la lucha por tener un pedazo de tierra para poder vivir con su familia y
compañeros.
Un luchador que cae ansiando tierra
para vivir mejor.
Por supuesto que eso no basta para
salir de la miseria. Pero, es la base para crecer si se le añaden mercado,
técnicos que ayuden, semillas aptas, financiación, caminos y fábricas que den
valor agregado al fruto de tanto trabajo. Y todo esto se llama Reforma Agraria
Integral.
Ningunos de los que van a tener sus
internas el día 9 nos hablan de esta Reforma. Por eso sus palabras nos resultan
vacías y no nos interesan. Dejan directamente fuera de su posible acción a la
mitad campesina del Paraguay, e indirectamente olvidan también a los que
vivimos en las ciudades.
Por eso no hagamos caso a los que
nos prometen mucho, mientras que en su vocabulario y planes no entra la
realización ya de una Reforma Agraria.
Y hablando de Curuguaty: los siete
encarcelados y los cuatro en prisión domiciliaria son presos políticos.
¿Puede haber presos políticos en una
democracia?
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