Con Carlos Guto Santos
Los gobiernos sólo actúan
bajo presión social
Entre el 29 y
30 de junio pasados la Federación de Trabajadores en la Agricultura del estado
de Pará (FETAGRI-PA) desarrolló una intensa movilización: el Grito da Terra Pará.
Sirel dialogó con su presidente, Carlos Guto Santos, para conocer cuál es su
balance de esta multitudinaria acción que conmovió las calles de Belém, la
capital estadual.
-¿Cuál fue el proceso hasta este Grito da Terra?
-La FETAGRI realiza
este Grito da Terra desde hace 20 años, pero esta vez se presentó con una
característica diferente, ya que se efectuaron movilizaciones previas en
ciudades del interior del estado como Marabá y Santarem, y culminamos estos dos
días con una concentración y acciones diversas en la capital, Belém.
Uno de los ejes de nuestro
Grito ha sido siempre el combate a la violencia en el campo y a la impunidad, y
este año especialmente, ya que en los últimos meses esa violencia ha
recrudecido, resultando en cinco muertes en los últimos 40 días.
Tenemos bien claro que si
la impunidad sobre éstos y otros crímenes similares permanece, la violencia
continuará.
Otro aspecto es la
obtención de recursos para el Instituto de Colonización y Reforma Agraria (INCRA).
El gobierno federal debe dotar de medios económicos a las tres superintendencias
del INCRA en Pará, donde se encuentra el 25 por ciento de todos los
asentados del país, lo que representa casi 200 mil familias en casi mil
asentamientos.
La reforma agraria avanzó
un poco en estos últimos años, pero aún queda muchísimo por hacer. Por eso
reclamamos más recursos para el INCRA, para infraestructura, para
asistencia técnica, para obtención de tierras, para crédito de vivienda y
crédito de apoyo a los asentados. Es con estas políticas que vamos a combatir la
usurpación de tierras y la violencia n el campo.
-¿De qué manera? ¿Cómo se vinculan
ambas cosas?
-A medida que estos
trabajadores obtengan crédito y asistencia técnica ellos empezarán a
reproducirse económicamente dentro de su lote y de su asentamiento.
Hacer reforma agraria no
es sólo delimitar un perímetro, definir parcelas y entregarlas a los
agricultores. Es necesario tener un sistema de abastecimiento de agua, caminos
para sacar la producción, una política de vivienda, de crédito rural, etc,
porque estos elementos son esenciales para que esos agricultores puedan quedarse
en la tierra, permanecer en sus lotes. Ellos deben poder reproducirse social y
económicamente, generando renta, mejorando sus condiciones de vida.
Esa negociación no avanzó
como nosotros hubiéramos deseado a nivel federal, y por eso ahora le dejamos
claro al presidente nacional del INCRA, Celso Lisboa, que
será necesario tener otras rondas de negociación en Brasilia, con el Ministerio
de Desarrollo Agrícola (MDA), con el secretario de la Presidenta,
Giberto Cravalho, con el Ministerio de Medio Ambiente y otros, para discutir
esa plataforma de reforma agraria y que no sea sólo un tema del INCRA
sino del propio gobierno federal.
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Tenemos bien
claro que si la impunidad sobre estos asesinatos y otros crímenes similares
permanece, la violencia continuará
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Ahora nuestras
movilizaciones van a hacer una pausa para sostener estas audiencias en Brasilia,
y luego, a fin de agosto, volveremos a movilizarnos para ver hasta dónde pudimos
avanzar en la obtención de recursos para el trabajo del INCRA aquí en
Pará.
-Luego se reunieron con el ITERPA…
-El Instituto de Tierras
de Pará tiene el papel de hacer la distribución y la regulación agraria de las
tierras del estado. Pará tiene la característica peculiar de que 63 por ciento
de su territorio es propiedad federal, distribuido en reservas indígenas,
reservas minerales, reservas naturales nacionales, asentamientos de reforma
agraria y otros. Cerca del 20 por ciento de la tierra queda para el estado.
Nuestro principal desafío
es reafirmar y dar continuidad a la creación de asentamientos en estas tierras.
En los últimos diez años ha sido una política permanente de nuestra Federación
porque tenemos esas dos realidades: trabajadores que están ya dentro de
asentamientos, y otros que están fuera y sobre tierras públicas del estado de
Pará.
En el gobierno estadual
anterior fueron creados 23 asentamientos de reforma agraria beneficiando a casi
3 mil familias. Es necesario continuar con esta política, y el ITERPA
suele cuestionarla. Por eso nos movilizamos con más de 2 mil personas delante
del Instituto, para reafirmar que nosotros queremos continuidad.
En la previsión del
anterior gobierno se crearían en este periodo otros 30 asentamientos
beneficiando a 5 mil familias. Nuestros representantes, jóvenes, mujeres,
hicieron presión para que esto ocurra con agilidad.
-Y mientras la audiencia en el ITERPA continuaba, la marcha cambió su rumbo…
-Nos dirigimos al Tribunal
de Justicia del estado donde teníamos dos puntos importantes para discutir.
Fuimos recibidos por la doctora jueza Katia Parente, corregidora de las
Comarcas del Interior. Estaban también presentes integrantes de la Comisión de
Combate y Monitoreo de la Usurpación de Tierras en Pará.
Fue importante para
expresar en ese ámbito todo nuestro apoyo a la tarea de esta Comisión, ya que la
asociación de hacendados pretende que sea disuelta alegando que ya cumplió su
cometido.
También planteamos que se
forme otra comisión con el mismo esquema de ésta, es decir, multipartita y
representativa de la sociedad, el gobierno estadual, el gobierno federal y la
justicia, instituida por el Tribunal, para acompañar los procesos judiciales
relacionados con los crímenes y asesinatos en el campo, ayudar en las
investigaciones, estar informada y divulgar esa información en la sociedad.
También fuimos a
reclamarle al Tribunal que haga públicos los padrones de aquellas propiedades
rurales cuyos títulos fueron cancelados por orden del Consejo Nacional de
Justicia (CNJ), que decretó la anulación de todos los títulos que
tuviesen indicios de fraude.
Muchos de ellos ya lo
fueron, pero el Tribunal no ha comunicado cuáles, y eso para nosotros es muy
importante porque son tierras que pueden ser destinadas para la reforma agraria.
Allí el acuerdo fue fijar
una agenda de reuniones de la Comisión con el Tribunal de Justicia; la jueza
Parente dejó claro que se haría una consulta al CNJ, y si éste lo
ordenaba se divulgarían los detalles de esos inmuebles rurales.
Tenemos muy claro que las
estructuras gubernamentales sólo actúan bajo la presión social, y por eso
estamos preparados para continuar nuestras movilizaciones manteniendo en la
agenda política los temas que son esenciales para la agricultura familiar.
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