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Fueron liberados otros 59 trabajadores rurales

 

 

 

Los trabajadores liberados el pasado martes 3 se encontraban en haciendas de ganado en Maranhão, en la región nordeste del país, y no recibían salario desde diciembre. En el grupo había menores de edad y mujeres embarazadas. En los tres primeros meses del año fueron liberados 583 trabajadores que vivían en condiciones inhumanas.

 

 

El grupo de auditores del Ministerio de Trabajo estaba desde el día 20 de marzo en la región, donde fue a investigar una denuncia de trabajo análogo al de esclavitud -realizada en el Centro de Defensa de la Vida y de los Derechos Humanos de Açailândia- contra el hacendado Almerindo Nolasco das Neves, dueño de la hacienda Uberlândia, en Açailândia. En el lugar, fueron encontrados 27 trabajadores instalados en condiciones precarias.

 

Los fiscales encontraron nueve escopetas en la propiedad lo que demuestra indicios de cercenamiento de la libertad. En declaración a la Policía Federal, los trabajadores dijeron que eran amenazados por un guardia de seguridad, en el caso que intentasen huir.

 

El hacendado Neves pagó 66 mil reales de indemnización a los empleados, que vinieron de otros estados del Nordeste y del propio Maranhão; estaban en la hacienda desde enero, llamados por el hacendado, y no habían recibido salario desde entonces.

 

El acceso a la propiedad, ubicada a 55 kilómetros del centro de Açailândia, es realizado por camino de tierra en malas condiciones, lo que dificultaba la ida y venida de los trabajadores, según el coordinador del Grupo Móvil, Gilberto Ponte Braga.

 

Otros 32 empleados estaban en situación irregular en dos propiedades ubicadas en Buriticupu (Maranhão), pertenecientes al hacendado José Escócio. Entre ellos había seis mujeres, estando una embarazada, además de cinco menores de 16 y 17 años. El hacendado tuvo que pagar a los empleados 78 mil reales en carácter de indemnización.

 

Según Gilberto Braga, del Ministerio del Trabajo, parte de los trabajadores de las haciendas de José Escócio estaba alojada en los depósitos de bolsas de sal y dormían en redes por encima de las cargas. No disponían de instalaciones sanitarias ni de agua tratada. Ellos bebían agua de un arroyo cercano. “En uno de los alojamientos, los trabajadores guardaban agua de lluvia en un tanque; allí, colocaron peces para exterminar las larvas de mosquito para poder beber", cuenta el auditor.

 

Después de tener la libreta de trabajo firmada, los trabajadores fueron legalmente despedidos y tendrán derecho a tres cuotas del seguro de desempleo, por valor de un salario mínimo, que corresponde a 360 reales, de acuerdo con lo previsto en la Ley 5.864/2002. Fue abierto un proceso administrativo y el nombre de los hacendados será incluido en el Registro de Empleadores, conocido como lista “sucia”, en el caso que sea comprobado que los trabajadores eran mantenidos en condición análoga al de la esclavitud.

 

Ese registro ya tiene 166 nombres. En los tres primeros meses del año, en apenas 17 operaciones de fiscalización, fueron labradas 483 actas de infracción y liberados 583 trabajadores que vivían en condiciones inhumanas.

 

Adital

4 de abril de 2007

Fuente: Asesoría de Prensa del Ministerio del Trabajo

 

 

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