El
pasado 7 de marzo, en el Auditorio de la Pontificia
Universidad Católica de Rio Grande do Sul (PUCRS), la
Confederación de Trabajadores en la Agricultura de Brasil (CONTAG),
y la Secretaría Latinoamericana de la UITA lanzaron en la
ciudad brasileña de Porto Alegre la campaña internacional
“Basta de violencia en el campo. Corte este mal de raíz”.
Simultáneamente con la II Conferencia Internacional de la
FAO sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural, que tuvo lugar
durante toda esa semana en el Centro de Convenciones de esa
misma universidad, centenares de trabajadores y trabajadoras
del campo venidos de los 27 estados de Brasil y de América
Latina, junto a “viudas y huérfanos del campo” –entre ellas
Elenira Mendes, hija del asesinado líder seringueiro Chico
Mendes–, participaron en una jornada vibrante, cargada de
emoción y reflexión, de esperanza y voluntad de lucha en el
marco de una afinada organización.
Elenira Mendes |
En su intervención, Alberto Broch, vicepresidente y
responsable de Relaciones Internacionales de la CONTAG,
expresó que la violencia rural “nos avergüenza a todos, a
todo el país”, y agregó que mientras exista en Brasil “un
solo hecho de violencia, de trabajo esclavo, la CONTAG
permanecerá en lucha contra este flagelo”.
Gerardo Iglesias, secretario regional de la UITA, por su
parte, explicó que los ejes de la campaña internacional son
la reforma agraria y la lucha contra la impunidad de una
violencia ya institucionalizada y bien organizada. Detrás de
estos objetivos está también la preservación de la seguridad
y la soberanía alimentaria –dijo–, cada vez más
fragilizadas por la concentración de la propiedad de la
tierra y el agronegocio. Según Iglesias, el vídeo que se
rodó en el estado de Pará a fin de 2005, que incluye el
testimonio directo de varias víctimas y parientes de
asesinados, y de amenazados y amenazadas de muerte, y que
fuera presentado en esta ocasión, “será difundido hasta
diciembre en unos 50 países donde existen organizaciones
afiliadas a la UITA”.
La presencia de dos ministros de Estado, Marina Silva de
Medio Ambiente, y Miguel Rossetto, de Desarrollo Agrario,
jerarquizó aún más la jornada. Silva destacó los avances que
se han logrado en la región durante el gobierno de Lula, y
reconoció que todavía queda mucho por hacer. Destacó que
después de 30 años de inacción absoluta se ha reiniciado el
registro catastral de la región, y que en muchos casos se
han anulado apropiaciones indebidas de tierra. “En estos
tres años –afirmó–, 15 millones de hectáreas fueron
transformadas en ‘unidades de conservación’, y 9 millones de
hectáreas han pasado a manos de pueblos indígenas”.
Asimismo, la ministra subrayó que la solidaridad
internacional será un elemento esencial para ayudar a
modificar la situación imperante en la Amazonia.
Rossetto, por su parte, destacó la importancia de la campaña
internacional lanzada por la CONTAG y la UITA, y anunció “el
apoyo y el compromiso integrales del gobierno federal con
esta iniciativa”.
La participación de representantes de organizaciones rurales
de Brasil, de Chile, Argentina, México, España y Uruguay le
dio un lucido marco internacional a la jornada. Al día
siguiente, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la
asistencia participó junto a otras organizaciones
sindicales, sociales y de mujeres en una colorida, alegre y
combativa manifestación que recorrió el Centro de Porto
Alegre difundiendo la lucha contra la violencia doméstica y
la violencia contra las mujeres rurales.
Luiz Vicente Facco, asesor de Relaciones Internacionales de
la CONTAG, evaluando la jornada y su proyección expresó que
“sin duda esta vez la diferencia la hará la presión de las
organizaciones y los gobiernos de otros países que condenen
estas prácticas salvajes, y también la expresión de la
solidaridad internacional continua, manteniendo el foco
sobre esta tragedia programada que ocurre en nuestro campo”.
En Porto Alegre, Carlos Amorín
© Rel-UITA
15 de marzo de 2006
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