“No
mataras, construye
con tu hermana
y con tu hermano”
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Al centro el Gobernador del Valle
del Cauca Angelino Garzón |
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La
violencia es uno de los principales problemas que
afecta a nuestra sociedad. Diariamente el país y la
región pierden valiosos recursos humanos, materiales,
ambientales, a causa de los hechos violentos. El Valle
y Cali registra uno de los más altos índices de
homicidios y distintos municipios de nuestro
departa-mento se han convertido en santuario de grupos
armados que intimidan, saquean y desplazan ciudadanos.
No podemos permanecer pasivos ante tal
situación, nuestra indiferencia es el cultivo para que
los violentos continúen pisoteando nuestros derechos y
truncando nuestros destinos. La marcha realizada en
días pasados por los pueblos indígenas es el mejor
ejemplo que pueblo alguno nos haya dado. Nos
corresponde ahora a los ciudadanos, a los estudiantes,
amas de casa, niños, trabajadores decir NO MÁS frente
al crimen, NO MÁS indiferencia frente al desplazado,
NO MÁS frente a la violación sistemática de los
derechos humanos. Queremos una Nación en paz y con
justicia social.
Por esto la UNIÓN NACIONAL
AGROALIMENTARIA DE COLOMBIA y la Rel-UITA respaldan la
gran caminata del silencio “NO MATARAS, construye
con tu hermana y con tu hermano”, a realizarse hoy
1° de Octubre, donde marcharemos por la vida, por la
paz, contra la violencia. Igualmente proponemos
contribuir con un gran PACTO REGIONAL, donde con la
más amplia participación ciudadana, construido desde
la comunidad, desde el barrio, la vereda, el municipio
y a través de la realización de una CONSTITUYENTE
REGIONAL sea el pueblo quien en un proceso pedagógico
y de participación establezca acuerdos para vivir en
paz y en democracia en el Valle del Cauca, donde los
hogares que hoy padecen el hambre, cuenten con
políticas y programas que aminoren su pobreza, donde
podamos garantizar el desarrollo de nuestras
comunidades rurales, donde concertemos y generemos
posibilidades de empleo para nuestros jóvenes hoy
presa de las bandas delincuenciales, y donde sobre
todo, construyamos una cultura de la participación
como condición fundamental del desarrollo de la
democracia.
1º de octubre de 2004
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