México

 

Descomposición política en Oaxaca

A mediados de mayo, la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), de Oaxaca, con más de 70,000 afiliados, convocó a una huelga para presionar al gobierno a negociar beneficios salariales. Esta acción, considerada casi "de oficio" cuando el sindicato negocia con el gobierno, se transformó en una guerra política que podría traer consecuencias imprevistas.

 

El aspecto que estancó las negociaciones fue la "rezonificación", compensación adicional para quienes trabajan en zonas más caras. El gobierno estatal asegura que parte de los fondos deben provenir del gobierno federal, pero éste lo niega. Los maestros decidieron seguir con la huelga y las movilizaciones, tomando edificios, carreteras y manteniéndose en el zócalo de la capital estatal.

 

"No es fácil ser maestro en Oaxaca", dice Antonio Cortés, quien ejerció el magisterio durante cinco años en la región Mixteca de ese estado y ahora reside en Madera, California. "El salario no es suficiente, la infraestructura deplorable y muchas veces los maestros deben comprar materiales con su dinero."

 

Tradicionalmente, el maestro era una figura respetada en las comunidades rurales. Se lo consideraba también un consejero. Su palabra era escuchada, su prestigio moral muy alto. "Pero ya no, las cosas han cambiado mucho", afirma Cortés. Y agrega que en las últimas dos décadas, la politización y divisiones internas del sindicato contribuyeron al problema. Él, como decenas de maestros, emigraron entonces a otros estados o llegaron a Estados Unidos.

 

El gobierno de Oaxaca, fiel a la tradición política del Partido de la Revolución Institucional (PRI), que desde 1929 sólo perdió las elecciones presidenciales del 2000 pero que controla el poder en ese estado, estableció estrechos lazos con el sindicato de maestros. Según Cortés, los líderes sindicales buscan perpetuarse en sus puestos y conservar sus privilegios políticos. "Al jubilarse, el puesto de un maestro es hereditario, lo que afecta la calidad de la educación en Oaxaca." Las plazas también se venden, situación aceptada "de facto" por acuerdos con el gobierno.

Oaxaca es uno de los estados que más emigrantes exporta. Desde la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, Estados Unidos y Canadá, en 1994, el campo mexicano se ha empobrecido aún más, siendo Oaxaca uno de los estados más perjudicados y sin que el gobierno busque soluciones. Situación que genera demandas y protestas, y que el gobierno reprime sistemáticamente.

 

Entonces, ¿por qué se ha vuelto violenta la huelga actual y tanto gobierno como sindicato se mantienen intransigentes en sus demandas? Quizá la respuesta está en la fecha: 2 de julio, día de elecciones presidenciales en México.

 

Durante años, el poderoso sindicato de maestros ha sido parte de la estrategia de poder del PRI. Pero a comienzos del año, la dirigencia de ese partido rompió con Esther Gordillo, líder del magisterio. El partido de Acción Nacional, del presidente Vicente Fox, ha tratado de atraerla a su lado. Dentro de este contexto, algunos analistas mexicanos ven la mano de Gordillo-y la de Fox- en el conflicto de Oaxaca.

 

Según él prestigioso periodista Raymundo Riva Palacio, el actual gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, y su predecesor, José Murat, "son lo más cercano a los talibanes dentro del PRI. Duros y fundamentalistas". Ambos forman el núcleo más fanático del equipo del candidato presidencial Roberto Madrazo (PRI) y son piezas vitales para el control de ese partido en el sureste del país para las elecciones.

 

Mantener vivo el conflicto magisterial en Oaxaca sólo podría beneficiar al partido de Acción Nacional, creando un sentimiento de inseguridad donde gobierna el PRI. Pero no sólo en Oaxaca. De acuerdo a Riva Palacio, el PAN ha azuzado conflictos similares en varios estados donde gobierna la oposición.

 

Pero la principal ayuda a mantener en conflicto vivo proviene del "talibán mayor", el gobernador Ulises Ruiz, quien el 14 de junio ordenó reprimir a los huelguistas. Después de una batalla de varias horas, que dejó muertos y heridos, los maestros rechazaron a la polícia y matones del gobierno. Ahora, los maestros también exigen la destitución del gobernador.

 

Desde el inicio de la huelga, los maestros ocupan la zona céntrica de la ciudad, afectando el turismo, una de las fuentes principales de ingreso económico de Oaxaca. El destacado pintor oaxaqueño Francisco Toledo pidió al gobierno negociar honestamente con los maestros y reconoció que la situación es inclusive insalubre ya que centenares de familias llevan semanas viviendo a la intemperie. Esto no parece preocupar a las autoridades del PRI ni del PAN, quienes juegan su propio ajedrez político con el ojo en el 2 de julio.

 

"Esta situación es parte de un caos político y social existente en Oaxaca", dijo Leoncio Vásquez, activista del Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB), con sede en Fresno. "El gobierno de Ruiz tiene en su haber represión contra activistas y hasta crímenes."

 

Oaxaca es uno de los estados que más emigrantes exporta. Desde la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, Estados Unidos y Canadá, en 1994, el campo mexicano se ha empobrecido aún más, siendo Oaxaca uno de los estados más perjudicados y sin que el gobierno busque soluciones. Situación que genera demandas y protestas-y que el gobierno reprime sistemáticamente.

 

La huelga de maestros desnudó el carácter represivo del gobierno oaxaqueño, su falta de creatividad y capacidad de negociación. Irónicamente, un viejo aliado es quien le está arruinando la siesta preelectoral a la vieja guardia política de Oaxaca.

En Fresno, Eduardo Stanley

© Rel-UITA

29 de junio de 2006

Eduardo Stanley

 

 

 

   

  

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