BP: En marzo, 15 trabajadores fueron incinerados y más de 170
resultaron heridos tras la explosión de una refinería de
BP que se extiende en Texas City (Texas). Era el tercer
accidente mortal de las instalaciones de BP en Texas
City en los últimos cuatro años. En todo el país, las
instalaciones de BP han sufrido más de 3.565 accidentes
desde 1990, ocupando el primer puesto en la nación,
según un informe del 2004 del Texas Public Interest
Research Group.
Delphi: En octubre, el presidente del consejo de administración de
Delphi, Steve Miller, llevó a la empresa a la quiebra,
con el propósito expreso de destruir el contrato
colectivo suscrito entre los trabajadores sindicados en
los Estados Unidos y la industria automovilística.
Propuso recortar drásticamente los salarios de los
trabajadores, bajándolos de 27 dólares la hora a sólo
10. Y en un ataque de sorprendente arrogancia, Miller y
Delphi propusieron simultáneamente enormes
bonificaciones para los ejecutivos de la empresa.
DuPont: Sustancias químicas letales de
los revestimientos químicos perfluorados de DuPont y
fuentes afines están ahora en la sangre del 95 por
ciento de los habitantes de Estados Unidos. DuPont ha
declarado que no sabe cómo llegaron hasta ahí los
productos químicos, pero Glenn Evers, que fue uno de los
máximos expertos técnicos de la empresa, dice que DuPont
ocultó durante décadas que estaba contaminando la sangre
de los consumidores con un producto químico
hiperpersistente asociado a los revestimientos
resistentes a la grasa que se usaban en los paquetes de
comida (para una historia completa, vean
www.ewg.org). En diciembre, la Agencia de Protección
del Medio Ambiente estadounidense llegó a un acuerdo
extrajudicial en las reclamaciones contra DuPont a
cambio de unos míseros 16,5 millones de dólares. Una
noticia más feliz es que la agencia y DuPont anunciaron
que los productos químicos se retirarán paulatinamente
antes del 2015.
ExxonMobil: Pese a un consenso científico prácticamente total en
que el calentamiento global es real y está ocurriendo –y
un acuerdo considerable en que está ocurriendo más
rápido de los esperado hace apenas unos años– ExxonMobil
sigue insistiendo en que "las pruebas científicas
continúan siendo no concluyentes". Hasta ahora, las
opiniones cínicas, motivadas por el lucro, a corto plazo
e interesadas de ExxonMobil habían tenido más peso que
la perspectiva basada en pruebas de los especialistas en
el clima del mundo porque la empresa más rentable de la
Tierra tiene muchísimo poder político y mucha habilidad
en extender sus opiniones (vean ExposeExxon.org si
quieren más detalles), y los especialistas en el clima
no. Mientras el mundo arde, ExxonMobil gana unos
beneficios récord: más de 36.000 millones de dólares en
el 2005, el máximo obtenido por una sola empresa en un
año.
Ford: La fábrica de Ford Motor
Company en Mahwah (Nueva Jersey), antaño la mayor planta
de montaje de automóviles del país, vertió millones de
litros de sedimentos de pintura, suficientes para llenar
dos de los tres túneles del Túnel Lincoln, en una zona
que ahora es residencial, reveló una serie publicada en
el Bergen Record (vean
www.toxiclegacy.com). Las pruebas encargadas por el
Record hallaron plomo, arsénico y xilenos en los
sedimentos: algunos a niveles 100 veces superiores que
los que gobierno considera seguros. Los periodistas del
Record desenterraron documentos que demuestran que los
ejecutivos de la Ford sabían hace 34 años que sus
residuos habían contaminado un arroyo que desemboca en
el embalse de Wanaque.
Halliburton: La empresa ha conseguido
crear un modelo empresarial de contratos tramposos con
el gobierno de Estados Unidos. Sorprendida una y otra
vez, no parece que eso haya cambiado mucho las cosas. En
febrero, el Ejército estadounidense acordó pagar a KBR,
subsidiaria de Halliburton, casi 2.000 millones de
dólares por un trabajo que nadie puede demostrar que se
hiciera jamás. En marzo, la compañía reveló que el
Departamento de Justicia había abierto una investigación
penal sobre un posible fraude en las licitaciones de
contratos en el extranjero de Halliburton. En junio, en
una vista celebrada en el Congreso, Bunnatine H.
Greenhouse, entonces máximo especialista en
contrataciones del Cuerpo de Ingenieros del Ejército,
declaró: "Puedo declarar sin duda que el abuso de los
contratos concedidos a KBR [subsidiaria de Halliburton]
representa el hecho más descarado e impropio que he
pesenciado en toda mi carrera profesional". Y la lista
de abusos sigue y sigue…
KPMG: KPMG "reconoció actos delictivos en el mayor fraude cometido
jamás en un refugio fiscal", declaró el fiscal general
Alberto Gonzáles en agosto. KPMG logró librarse sin
ninguna declaración de culpabilidad ni salida negociada,
gracias a un acuerdo de "enjuiciamiento aplazado" en
cuya virtud la empresa prometió pagar 456 millones de
dólares en multas, restituciones y penalizaciones y
portarse mejor en el futuro. Eso no compensará el daño
que ha causado la compañía. Según el gobierno, "KPMG ha
reconocido que cometió un fraude que generó al menos
11.000 millones de dólares en pérdidas falsas de
impuestos que, según la documentación judicial, le ha
costado a Estados Unidos al menos 2.500 millones de
dólares en impuestos evadidos."
Roche: Bajo licencia de la empresa de San Francisco Gilead, Roche
fabrica el antigripal Tamiflu. Al parecer, el Tamiflu es
la mejor defensa farmacológica disponible para las
personas expuestas a la gripe aviaria. Por ahora, la
gripe aviaria no se transmite entre seres humanos, pero
si la enfermedad muta hasta ese punto, las consecuencias
mundiales podrían ser terribles. Para Roche, esto es
bueno: de pronto, un producto con pocas ventas tiene una
demanda tan grande que la compañía no puede fabricarlo
en cantidades suficientes, literalmente. En lugar de
autorizar de forma generalizada su producción, la
empresa ha difundido una serie de confusas explicaciones
sobre lo difícil que es fabricar el Tamiflu, y ha
maniobrado para conservar todo el control posible sobre
el suministro mundial. Eso ha ayudado al balance final
de la empresa: Tamiflu gana de pronto mil millones de
dólares al año, pero deja a la salud pública mundial en
una posición innecesariamente precaria.
Suez: Suez es un destacado proveedor
y beneficiario de la tendencia mundial de la
privatización del agua: la venta de sistemas de agua del
estado a entidades privadas o la entrega del control y
la gestión de los sistemas públicos a las empresas. El
resultado está siendo un servicio pésimo, la subida de
las tarifas y esfuerzos destinados a beneficiar a las
familias acomodadas a expensas de las pobres. En el caso
señalado de El Alto (Bolivia), las multitudinarias
manifestaciones celebradas en enero del 2005 hicieron
que el gobierno boliviano cancelara un contrato de
privatización de agua con Aguas del Illimani, uno de
cuyos accionistas principales es Suez.
W.R. Grace: Los fiscales federales acusaron formalmente en
febrero a Grace de poner en peligro a sabiendas a los
residentes de Libby (Montana), y de ocultar información
sobre los efectos en la salud de sus operaciones de
extracción de vermiculita. La vermiculita se empleaba en
numerosos productos comerciales comunes, como el
aislamiento, los materiales ignífugos, el rellenado de
mampostería y como aditivo de tierras para jardinería y
fertilizantes. Los yacimientos de vermiculita de Libby
estaban contaminados con un tipo de amianto llamado
tremolita. Las autoridades federales acusan a Grace de
saber que los residentes caerían enfermos: dicen que
Grace supo en los años setenta la naturaleza tóxica del
amianto de tremolita de su vermiculita, pero no entregó
la información al gobierno, pese a su obligación legal
de hacerlo. La empresa permitió que los trabajadores
dejaran la mina cubierta de polvo de amianto, permitió
que los residentes se llevaran residuos de vermiculita
para usar en sus jardines y repartió desechos de
vermiculita en las escuelas de Libby para usar como base
para pistas de atletismo y una pista al aire libre de
patinaje sobre hielo.
Ya están abiertas las nominaciones para las peores empresas
del 2006.
Russell
Mokhiber y Robert Weissman
Traducción de
Berna Wang
Convenio La Insignia
/ Rel-UITA
26 de abril de 2006
* Versión íntegra
del artículo en
www.multinationalmonitor.org