Varios equipos visitaron seis ingenios
en la región de Marília (SP), entre
ellos Nova América, productor del azúcar
União, y Renascença, perteneciente a
coreanos que representan a Samsung y a
LG en Brasil.
En lo que está siendo llamada la mayor fuerza de
tarea de fiscalización del trabajo rural
ya realizada en San Pablo, auditores
fiscales del Ministerio de Trabajo y
Empleo (MTE) y procuradores del
Ministerio Público del Trabajo (MPT)
rescataron a 288 trabajadores, en seis
ingenios. La operación comenzó el día 19
de marzo y terminó el jueves 22, día en
que los ingenios de azúcar y alcohol se
presentaron en audiencia con el
Ministerio Público del Trabajo. Este día
ellos tenían que entregar algunos
documentos al equipo de fiscalización,
de los trabajadores contratados, de los
vehículos utilizados para el transporte,
entre otros.
Pocos, sin embargo, lo hicieron hasta ahora,
señala el procurador del Oficio de Bauru
(SP) de la 15ª Procuraduría Regional del
Trabajo (PRT), Luiz Henrique
Rafael. "La mayoría de los ingenios
alega que quien contrató a los
trabajadores fue el ‘gato' (empleador
intermediario). Estamos esperando el
informe de los fiscales y copias de los
autos de infracción para iniciar proceso
contra los ingenios, ya que la
tercerización es ilegal."
Según la PRT, el extremo oeste del Estado,
límite con Paraná, era la única región
que todavía no había sido visitada desde
2005, cuando comenzaron las operaciones
conjuntas de fiscalización laboral en el
sector de caña de azúcar. En estos
cuatro días, fueron fiscalizadas las
empresas Cocal, Paraálcool, Ibéria,
Renascença (antigua destilería Oncinha)
y dos ingenios de Nova América, ubicados
en las ciudades paulistas de Tarumã y
Maracaí.
Los problemas más comunes encontrados por los
equipos fueron falta de registro de los
trabajadores y de Equipamiento de
Protección Individual (EPI), como
anteojos especiales y guantes. En casi
todos los lugares visitados, también
había falta de agua fresca, de toldo -
para que los trabajadores puedan hacer
sus comidas a la sombra - y de baños
adecuados, divididos por sexo. "Es
inaceptable que los trabajadores estén
en esas condiciones, porque es un sector
que está ganando mucho dinero y tiene
amplio acceso al crédito, financiamiento
del BNDES [Banco Nacional para el
Desarrollo Económico y Social], o sea,
dinero público", resalta el procurador.
En Ibirarema (SP), dos frentes de trabajo fueron
interdictados en la hacienda Porta do
Céu, que abastece de caña de azúcar al
Ingenio Renascença. Además de malas
condiciones del medio ambiente de
trabajo, los dos ómnibus que
transportaban a los cerca de 90
trabajadores fueron interdictados por
falta de seguridad. Uno de ellos no
poseía frenos. De acuerdo con el equipo
de fiscalización, Renascença, que
pertenece a coreanos representantes de
Samsung y de LG en Brasil, se
comprometió a regularizar la situación.
En total, se registraron 72 autos de infracción,
cada uno de ellos por un valor
aproximado de R$ 6.500 (3.000 dólares
aproximadamente). Nova América, una de
las mayores empresas del ramo en el país
y productora del azúcar União, recibió
20 infracciones, sumando más de R$ 130
mil en multas a pagar (50.000 dólares
aprox). "Vamos a juzgar las acciones y
eventualmente volveremos de sorpresa a
los lugares, para verificar si las
modificaciones fueron realizadas",
explica Luiz Henrique, que aclara
que las adecuaciones laborales deben ser
realizadas inmediatamente después de la
fiscalización. "Si la irregularidad
continúa, podemos hasta interdictar el
ingenio."
La fuerza de tarea encontró, además de
infracciones en el trabajo, muchas
irregularidades ambientales. Según
agentes de la operación, no existe
ninguna preocupación por el medio
ambiente y hay sembradíos inclusive en
la vera del río, sin respeto por la mata
ciliar. El Oficio de Bauru de la PRT
afirma que va a llevar los casos
encontrados al Ministerio Público
Estatal, responsable de cuestiones
ambientales.
La acción puede ser interpretada como un
preámbulo de lo que será la
fiscalización en la cosecha de este año,
que comienza a mediados de abril y
termina en noviembre. De acuerdo con el
procurador Luiz Henrique, si el
número de trabajadores en la siembra es
cerca de un quinto de lo que es
normalmente empleado en la cosecha, es
probable que la fiscalización rural
cause perjuicios a las empresas
infractoras. La PRT estima que
cerca de 110 mil emigrantes vendrán al
Estado para la cosecha del 2007. En este
período, serán verificados el medio
ambiente del trabajo, las contrataciones
y las instalaciones de los cortadores.
Discriminación
Aparte de la fiscalización sobre las condiciones
de trabajo ofrecidas, Nova América está
siendo investigada por el Ministerio
Público del Trabajo por discriminación,
por haber despedido a cerca de 200
personas a un mes y medio del final de
la cosecha 2006. Después de una huelga
que involucró a los cinco municipios que
abastecen de caña al Ingenio, fueron
despedidos solamente los trabajadores
afiliados al sindicato de Cândido Mota (SP),
que está ligado con la Federación de
Empleados Rurales Asalariados del Estado
de San Pablo (Feraesp) y que
habría liderado el movimiento de
paralización.
Otro caso
El último día 22, otro Grupo Móvil de
Fiscalización del Ministerio de Trabajo
y Empleo (MTE), rescató otros 10
trabajadores en situación degradante en
Pará, entre ellos un menor de 16 años.
Estaban en la Hacienda Vitória, ubicada
en la región de Ulianópolis, en el
límite con Maranhão, aproximadamente a
300 kilómetros de Belem.
De acuerdo con el auditor-fiscal de trabajo y
coordinador de la acción, Luis
Fernando Sousa, los trabajadores
fueron encontrados en situación de
abandono. La alimentación, compuesta
básicamente de arroz, poroto y harina,
era insuficiente. Como no había agua
potable, ellos bebían agua de un arroyo
próximo. Un grupo de trabajadores dormía
en una choza de madera y, otro, en una
de lona, con piso de tierra. No había
instalaciones sanitarias y el empleador
no proporcionó Equipamiento de
Protección Individual, como determina la
legislación laboral.
Tomado de Adital
29 de marzo de 2007
Volver
a Portada