Ecuador
Entre lo recomendable y lo inmoral |
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Pese a la necesidad de
distinguir entre economía petrolera y no petrolera, algunos
economistas "ortodoxos, conservadores y prudentes", son
partidarios de los análisis agregados. que enmascaran la
realidad.
El ex ministro de Economía,
Mauricio Pozo, sostenía que "es incorrecto y absolutamente
inexacto trazar una línea divisoria entre la economía
petrolera y la no petrolera", pues, según él, "los recursos
que genera la producción y venta del crudo, de forma directa
o indirecta, participan activamente en gran parte de la
economía denominada como no petrolera".
La división entre PIB petrolero y PIB no petrolero la
realiza el propio Banco Central del Ecuador. No por hobby,
sino porque en economías con estructuras productivas poco
diversificadas y con una alta dependencia de algún producto
primario, es recomendable examinar la evolución de la
economía sin la influencia del producto dominante.
Pozo afirma que los recursos petroleros participan
activamente en la economía no petrolera. Esto no es así.
Considérese primero que los ingresos petroleros tienen dos
fuentes: PETROECUADOR y las empresas transnacionales.
Respecto de estas últimas, su actividad forma parte del
producto interno bruto, mas no del producto nacional bruto;
el grueso del excedente de explotación -como consecuencia de
una cada vez menor participación del Estado en la renta
petrolera- no se incorpora a la economía nacional, sino que
va a parar a manos de las transnacionales.
Respecto a la extracción del crudo estatal, los ingresos
fiscales están limitados por la fijación de un precio
estimado en niveles bajos en medio de un mercado con
elevados precios; decisión asumida en el gobierno del
coronel, para quien trabajó Pozo. El saldo que supera el
precio límite va al Fondo de Estabilización Petrolera y de
allí un 45% al FEIREP, otro fondo del cual el 70% -por ley-
es para recomprar deuda; decisión que, en la práctica, ha
contribuido para elevar sobre el 100% la cotización de los
Bonos Global, aunque no se hayan recomprado aún papeles de
la deuda externa. Además, el coronel -en contra de lo que se
dispuso por ley- decretó que todos los crudos pesados,
incluido el estatal, sin importar por cuál de los dos
oleoductos se los transporte, sirvan para financiar el
FEIREP. Y el 24 diciembre de 2003, el coronel y su ministro
Pozo -también por decreto- habrían definido la calidad del
crudo pesado, elevándola de 18 grados API a 23 grados API,
para ampliar el volumen de crudo pesado que alimenta el
FEIREP. A la postre, la mayor tajada del ingreso petrolero
fiscal está fuera del Presupuesto.
Desde otra perspectiva, recuérdese que el crecimiento de 6%
del PIB en el 2004 no se refleja en una recuperación
sostenida de la actividad productiva no petrolera, que
bordea el 2%, ni menos en una reducción del desempleo;
durante el (des)gobierno del coronel, éste creció del 8% a
más del 11%.
Si en los análisis no es incorrecto, ni absolutamente
inexacto trazar una línea divisoria entre la economía
petrolera y la no petrolera, en la práctica separar los
ingresos petroleros de las enormes demandas insatisfechas
dentro del país para atender en demasía los requerimientos
de los acreedores resulta no simplemente inconveniente, sino
una inmoralidad.
Alberto Acosta
Convenio La Insignia /
Rel-UITA
9 de febrero de 2005
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